El terremoto político que ha sacudido al Partido Popular de Cantabria en las últimas horas puede provocar un cisma interno de dimensiones aún incalculables. Cuando el PP cántabro no se ha recuperado aún de su polémico proceso de renovación interno, con las heridas todavía abiertas en canal por unas primarias que acabaron en los tribunales, entre acusaciones de amaño y pucherazo, la intervención de Génova para imponer al cabeza de cartel en las próximas elecciones autonómicas puede ser la gota que colme el vaso de sus simpatizantes.
Y es que, según ha reconocido el propio vicesecretario de Organización del PP, Javier Maroto, y adelantó este domingo El Diario Montañés, la dirección nacional del partido maneja hasta cuatro nombres para encabezar esa candidatura, una auténtica desautorización a la dirección regional que salió elegida de aquel controvertido cónclave y que pone contra las cuerdas a la actual presidenta del PP cántabro, María José Sáenz de Buruaga.
La dirigente popular lleva desde marzo de 2017, cuando asumió el liderazgo de la formación conservadora en Cantabria, intentado rearmarse ante sus afiliados y hacerse con el control del partido. No lo ha tenido fácil. Ganó ese Congreso Regional con tan solo cuatro votos de diferencia con respecto a su antecesor en el cargo y padrino político, Ignacio Diego, que sin embargo había tenido más apoyos en la primera vuelta. En este año y medio, la batalla interna apenas ha cesado y ha roto al partido en dos, con disputas judiciales que siguen en marcha.
Sin embargo, Buruaga contaba con que ese conflicto se cerrara en mayo, con ella encabezando la candidatura y confeccionando una lista de fieles que le permitiera librarse de la minoría con la que cuenta actualmente en su propio grupo parlamentario, donde no ha podido ser siquiera portavoz, ya que nueve de los trece diputados siguen siendo leales a Diego y han maniobrado para que la presidenta del PP cántabro no pudiera hacerse con los galones y la visibilidad del puesto.
Ahora, para más escarnio público, la dirección nacional del partido sitúa como favorita en las quinielas para liderar esa lista a una sorprendente candidata: la atleta Ruth Beitia. La deportista internacional, medallista olímpica y retirada de la competición este último año, ejerce como diputada autonómica desde 2011, siempre a la sombra de Ignacio Diego, que fue quien le dio la posibilidad de dar el salto a la política. Su participación a lo largo de dos legislaturas ha sido muy limitada, casi desconocida, salvo porque se ha mantenido firme del lado de su mentor y en contra de la propia Buruaga en la crisis interna del PP cántabro.
El propio Maroto ha confirmado en las últimas horas que la dirección del PP cántabro se reunirá este lunes en Madrid con la cúpula nacional para abordar los candidatos a las elecciones autonómicas y municipales en la comunidad, que serán presentados el próximo jueves, 10 de enero, en Santander, por el presidente del partido, Pablo Casado.
De cara al encuentro que tendrá lugar este 7 de enero en la capital, en Génova barajan la posibilidad de que figure en el cartel electoral la propia Ruth Beitia, a la que recientemente incluyeron dentro de la Ejecutiva nacional de Casado, en lugar de la actual presidenta de los populares cántabros, María José Sáenz de Buruaga, que se situó del lado de la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría en el último proceso interno, lo que finalmente podría pasarle factura.
No son los únicos nombres que se barajan. En las quinielas se incluyen también dos personas muy cercanas a Casado, tanto en lo político como en lo personal. Por un lado, el diputado nacional y exalcalde de Camargo, Diego Movellán, que forma parte tanto de la dirección autonómica del PP cántabro como de la dirección nacional a la que llegó tras las primarias en las que hizo campaña por Casado.
Por el otro, suena el exconcejal de Santander Juan Corro, con puesto en Génova como nuevo secretario de Comunicación Digital y que formó parte también del último Ejecutivo de Rajoy en un cargo intermedio. El joven político ha sido valorado y testado también en las encuestas como un posible recambio en la capital, donde, salvo sorpresa, podría repetir la actual alcaldesa, Gema Igual. Así lo ha ratificado también Maroto, que ha hablado incluso de “cien por cien” de posibilidades de que la discípula de Íñigo de la Serna intente la reelección.
Escenario abierto
El PP llega a la recta final de la legislatura con más incógnitas que certezas. Al desgaste interno se suma una oposición muy débil en el Parlamento, donde Podemos o Ciudadanos, con un número mucho menor de diputados, ha rivalizado más con el Gobierno del bipartito PRC-PSOE que quien teóricamente lidera la oposición. Además, la irrupción de Vox y el crecimiento del partido de Albert Rivera puede ser un lastre que lleve a los populares a su peor resultado en décadas en Cantabria.
Es en ese escenario incierto en el que se mueve la dirección nacional del partido, que se debate entre la intervención directa, vía 'dedazo' para elegir a los cabezas de lista, o bien mediante una negociación al estilo de Andalucía, donde se conservó el liderazgo pero se confeccionaron las listas para colocar en puestos de salida a quien consideraban el futuro del partido ante una hipotética hecatombe.
De momento, Maroto ha indicado este domingo en la Cadena SER que “la decisión aún no está tomada”, pero se podría cerrar este lunes en Madrid. En este sentido, ha precisado que “se adoptará de manera consensuada” entre ambas direcciones y con la idea de “elegir a los mejores” candidatos.
“Las decisiones en materia de candidaturas no se toman de una forma aislada en la dirección nacional y, mucho menos, tampoco se toman en la dirección regional sin un diálogo de un partido que es un partido nacional”, ha explicado Maroto. Así, ha indicado que “ante cualquier nombre que se quiera poner sobre la mesa” y “cualquier acuerdo” al que se quiera llegar, en Madrid solo barajan “hacerlo por acuerdo con la dirección regional, que tiene todo el reconocimiento y respeto”.
El vicesecretario de Organización ha asegurado también al respecto que la relación de Génova con Buruaga es “muy buena” y ha enfatizado que “hay confianza mutua”. Por eso, se ha mostrado “convencido” de que al igual que se ha hecho en otras ocasiones y en otras comunidades autónomas “resolveremos este asunto por consenso, eligiendo a los mejores”. “Es lo que se ha hecho en otras ocasiones y es lo que también se hará en el caso de Cantabria”, ha zanjado Maroto.
Estas buenas palabras públicas contrastan con las declaraciones en privado del núcleo duro de Buruaga, que no daba crédito a la filtración en un momento tan inoporturo de otros posibles nombres para encabezar la candidatura autonómica. Incluso, a través de las redes sociales, destacados militantes y altos cargos del equipo de la presidenta del PP cántabro han trasladado su protesta e indignación a Pablo Casado, Javier Maroto o Teodoro García Egea, máximos responsables en Génova de la decisión que tiene en vilo al partido en Cantabria.