María José Sáenz de Buruaga (PP) será la próxima presidenta de Cantabria. No había otra alternativa desde el pasado 28 de mayo, cuando el Partido Popular obtuvo una mayoría holgada en las elecciones que le dejaba las manos libres para elegir socio, pero con la firma del acuerdo de investidura rubricado este viernes por el actual jefe del Ejecutivo autonómico en funciones y secretario general del PRC, Miguel Ángel Revilla, y la propia líder de los populares cántabros, el camino está despejado para acelerar los plazos y conformar un Gobierno en apenas unos días.
“Acabamos de firmar un acuerdo para materializar el mandato de cambio que el pasado 28 de mayo recibimos de los ciudadanos de Cantabria. Un acuerdo que nos permite cumplir con absoluta claridad y coherencia lo que hemos prometido durante la campaña: un gobierno en solitario del Partido Popular. En un gesto de responsabilidad, el PRC va a permitirlo. Lo agradezco y aplaudo sin ningún tipo de complejo la responsabilidad de Miguel Ángel Revilla”, ha dicho Buruaga durante la rueda de prensa posterior a la firma del acuerdo de investidura en el Parlamento de Cantabria.
El documento, que las direcciones de PP y PRC ratificaron hace unas horas en sus respectivos comités ejecutivos, incluye apenas dos folios en los que se reflejan una serie de cuestiones básicas y que en algunos casos ni siquiera son competencia del Gobierno de Cantabria, como la exclusión del lobo del listado de especies protegidas, el mantenimiento de las obras que el Estado tiene en marcha en la comunidad o los proyectos financiados con fondos europeos.
El punto más polémico, y el único que ha generado fricción durante las negociaciones, es el papel de Vox durante la próxima legislatura. El PP se compromete a no integrarlo en el Ejecutivo regional, pero se reserva la posibilidad de llegar a “acuerdos puntuales” con la extrema derecha si fuera necesario. Concretamente, la frase textual elegida finalmente ha sido: “El nuevo Gobierno de Cantabria se compromete a evitar que ningún partido anti-autonomista forme parte de los órganos de Gobierno”. Ni siquiera se cita expresamente a Vox.
“No es más que un acuerdo de investidura, no un acuerdo de legislatura. No son exigencias del PRC, sino posiciones coincidentes. Este acuerdo no condiciona en absoluto nuestro programa de gobierno, no supone ninguna cesión ni ningún esfuerzo. No es más que sentido común. Es un acuerdo para echar a andar un nuevo Gobierno con una presidenta y unos consejeros del Partido Popular. El PRC no nos pide nada a cambio, no nos impone ninguna renuncia, como otros partidos que, a cambio de su abstención, nos han pedido cargos en el Gobierno y medidas ideológicas”, ha defendido Buruaga, muy preocupada por explicar el pacto con los regionalistas tras las duras críticas de Vox.
Además, la futura presidenta de Cantabria también se ha pronunciado sobre la petición inicial del PRC de no someter al Gobierno saliente a “la tortura de las comisiones de investigación”, un aspecto muy polémico sobre el que el propio Revilla ha tenido que recular en los últimos días: “Este acuerdo no ampara ni silencios ni se protegen conductas sospechosas y no incluye ninguna renuncia a controlar el cumplimiento de la legalidad, ni la más mínima cesión a la observancia de principios irrenunciables, como el buen gobierno, la trasparencia y la honestidad en la gestión pública. Tampoco ninguna cesión a principios fundamentales como la transparencia y el buen gobierno. Ni se ha pedido nunca, ni ha estado nunca encima de la mesa, ni el Partido Popular lo hubiera aceptado”, ha sentenciado Buruaga.
En este sentido, la líder de los populares cántabros ha insistido en que “no nos piden cargos, el acuerdo no impone nada, no nos ata a nada y no implica renuncias de ningún tipo” y ha reconocido que, una vez lograda su investidura, “vendrá el día a día de una legislatura que, necesariamente, va a estar marcada por el diálogo con todas las fuerzas con representación parlamentaria sin vetos, sin exclusiones, ni cordones sanitarios, puesto que el PP no tiene mayoría en el Parlamento y está obligado a buscar espacios de diálogo y entendimiento para llegar a acuerdos puntuales con otras formaciones”.
Revilla se justifica
Durante sus respectivas intervenciones han contrastado los argumentos de Buruaga, que defiende que el PRC apoya esta investidura “gratis”, con el discurso de Revilla, que ha intentado poner en valor el acuerdo y justificar su abstención para hacer presidenta a Buruaga: “Es bueno que en España se rompan ya los bipartidismos antagónicos”, ha afirmado el todavía presidente de Cantabria en funciones, que durante la noche electoral dijo sin embargo que “PP y Vox tienen que gobernar juntos porque son los mismos”.
De hecho, Revilla ha mantenido que la posición del PRC servirá de cordón sanitario ante Vox, una de sus prioridades y el motivo por el que se presentó como candidato en las últimas elecciones autonómicas a sus 80 años, aunque el PP se ha negado a dejarlo por escrito en el acuerdo de investidura y no hay nada en el pacto que evite que los populares se apoyen en la extrema derecha durante la próxima legislatura, ya que gobiernan en minoría y necesitarán buscar acuerdos para sacar adelante cualquier ley o los propios presupuestos, como han reconocido tanto Buruaga como el dirigente regionalista.
También ha asegurado Revilla que “el PRC en ningún momento ha puesto encima de la mesa que no haya comisiones de investigación”, algo que verbalizó él mismo en una rueda de prensa tras el primer Comité Ejecutivo de su partido. En este sentido, ha denunciado la campaña impulsada por “el partido que se siente perjudicado” por el acuerdo a través de medios “marginales” y redes sociales basada en “falacias” y “maledicencias”. “Absolutamente falso que el PRC imponía que no hubiera comisiones de investigación. No tenemos nada que ocultar, estamos abiertos a que se haga cualquier tipo de investigación”, ha subrayado.