Los 'tiempos nuevos' en el Partido Regionalista de Cantabria (PRC), al menos de momento, se parecen mucho a los de siempre. Miguel Ángel Revilla sigue y seguirá manejando las riendas del partido que encabeza desde hace cuatro décadas, pese a que el debate sobre su sucesión sobrevuela más que nunca dentro y fuera del mismo.
Pero precisamente por eso, el veterano líder regionalista se encargó este pasado fin de semana de dejar claro que será él -y nadie más- quien marque todo el proceso relacionado con su relevo. Y es que para Revilla, ni su avanzada edad, ni la delicada situación política que padece el PRC desde hace un año son motivos de peso suficiente para echarse a un lado y delegar en otras personas la estrategia a seguir por parte del partido de cara al futuro.
“Me preguntan qué día será el Congreso, quién será la persona que me sustituya. Será cuando yo diga, cuando yo quiera, que lo tengo todo pensado. Es mi responsabilidad”, aseguró en la Asamblea de Dirigentes celebrada el sábado en el paraninfo de la UIMP de Santander, justo un año después del batacazo electoral que sufrió la formación regionalista y que desbancó al propio Revilla de la Presidencia de Cantabria.
Revilla pronunció esas palabras ante 200 cargos regionalistas que esperaban con expectación conocer los planes de su líder para este asunto. Y lejos de dar pistas sobre ello, Revilla, para perplejidad de los presentes, dejó claro que los 'tiempos nuevos' que rezaba el lema del cónclave pasaban inexorablemente por la presencia de su figura en la toma de decisiones.
“Yo no me voy a ir. Voy a estar ahí siempre vigilante, tutelando el partido, dispuesto a dar consejos y a ayudar”, subrayó, no sin obviar que “la edad no perdona”, porque en su caso son nada menos que 81 años los que tiene actualmente.
Así pues, el PRC se enfrenta al difícil reto de articular la era 'post-Revilla' con un Revilla que no está dispuesto a perder protagonismo. “Tengo todo pensado, confiad en mí que me lo he ganado”, reclamó a los presentes, cuya reacción a sus palabras transmitía una frialdad poco habitual en los actos del PRC y en la respuesta que generan los discursos del líder regionalista ante los suyos.
“Merezco que confiéis en mí”
Y es que dentro del partido hay quienes se lamentan de la oportunidad perdida para acelerar la sucesión y dar a conocer a un nuevo candidato o candidata con suficiente margen para rearmar un nuevo PRC con garantías de obtener un buen respaldo electoral en la próxima cita con las urnas. Pero Revilla desterró de un plumazo ese escenario desde el principio de su intervención, despejando toda duda sobre su papel principal en el proceso y llamando a la “unidad” en reiteradas ocasiones para evitar que se dé una lucha fratricida en el seno de su partido.
“Lo que menos me gustaría en el final de mi carrera política es ver una batalla campal en el PRC, como ocurre en otros partidos. No me podéis hacer esto, no me lo merezco, merezco que confiéis en mí”, expresó en la Asamblea, casi entre lágrimas y apelando a la parte más emocional.
Y paradójicamente, pese a dejar claro que la responsabilidad de que haya relevo es suya y que cederá el testigo cuando él lo considere, Revilla también quiso transmitir que no señalará a nadie. “A mí me gustaría que hubiera un solo candidato, pero yo no voy a elegir al candidato. No voy a designar a mi sucesor”, expresó Revilla, manifestando que no le gustó la propuesta realizada para reforzar las garantías en la elección.
“No hay partido más democrático que el nuestro y existen garantías de sobra para elegir al futuro secretario general. Las primarias de otros partidos son un chiste en comparación con lo que tenemos nosotros”, manifestó el todavía secretario general del PRC, quien, eso sí, advirtió de que quien le suceda tendrá que dedicar su vida “en exclusiva” al partido: “Que se olvide de la familia, estará dedicado solo al PRC”, sentenció.
Así todo, la tarea de recuperar el apoyo perdido será complicada, y hay quien dentro del mismo aboga por volver a los orígenes, al cantabrismo, antes de que sea demasiado tarde. Y es que ese espacio lo empieza a ocupar una nueva formación, aún extraparlamentaria, pero con cada vez más adeptos. Integrada por gente joven y sin la 'mochila' de la gestión política a sus espaldas, Cantabristas ha logrado recientemente movilizar a cerca de 10.000 personas en una manifestación contra la especulación urbanística y la masificación turística en los espacios naturales de Loredo y Langre; una concentración en defensa de Cantabria y en la que el lábaro cántabro -símbolo que ha reivindicado durante años el PRC- fue muy protagonista.