La división interna en el PSOE de Cantabria surgida hace mes y medio a raíz de la celebración de primarias tendrá repercusiones al más alto nivel en el Gobierno autonómico. La nueva Ejecutiva de los socialistas cántabros que lidera el 'sanchista' Pablo Zuloaga ha aprobado esta tarde pedir la destitución del consejero de Educación, Cultura y Deporte, Ramón Ruiz, así como del consejero delegado de Sodercan, Salvador Blanco, y de la directora general de MARE, Rosa Inés García.
Aunque el nuevo PSC-PSOE abre la puerta de salida a estos tres dirigentes, las razones de los ceses son bien distintas. Ramón Ruiz es pedagogo y cuenta con una amplia experiencia en la gestión del área educativa. Entre 2003 y 2011 fue el número dos de la Consejería, la cual pasó a dirigir en 2015 y en la que ha tomado decisiones pioneras a nivel nacional como la implantación de un calendario escolar bimestral ajeno a las festividades religiosas.
Ruiz es la mano derecha de la exsecretaria general del partido y actual vicepresidenta del Gobierno cántabro, Eva Díaz Tezanos, y eso es precisamente lo que ha desencadenado su marcha. Es considerado por los 'zuloaguistas' como la persona responsable de bloquear los cambios en la administración autonómica propuestos por la nueva dirección del partido para “impulsar las políticas socialistas”, y que inicialmente tan solo iban a afectar al segundo escalofón -direcciones generales-.
Aunque fuentes de la Ejecutiva aseguran que todavía es pronto para hablar de su sustituto, según ha podido saber eldiario.es el mejor colocado es el exdiputado regional, Francisco Mañanes, que se había retirado de la política en la anterior legislatura tras haber disputado sin éxito en dos ocasiones el liderazgo del PSOE a los 'oficialistas'. Mañanes (Palencia, 1967) es licenciado en Derecho y profesor de Educación Secundaria, además de profesor asociado a la Universidad de Cantabria.
En el caso de Salvador Blanco, su salida no tiene que ver tanto con su afinidad con la exlíder del PSOE sino más bien con su gestión. El máximo responsable de Sodercan ha estado en entredicho prácticamente desde el inicio de la legislatura, y especialmente después de que una auditoría revelara irregularidades en algunos contratos durante su anterior etapa al frente de este ente público encargado del desarrollo industrial de la comunidad, lo que llevó a todos los partidos de la oposición a reclamar su dimisión en el Parlamento.
Su marcha es como un 'triufo en diferido' para Podemos, muy incisivo en cuestionar la gestión de Blanco, que incluso llevó al exsecretario general de la formación morada ante los tribunales por un supuesto delito de atentado contra el honor que finalmente fue desestimado por el juez.
El tercer cese aprobado este lunes es el de la directora general de MARE, empresa pública responsable de la gestión de los residuos en la comunidad autónoma. Rosa Inés García es una histórica militante del PSOE, que siempre ha estado en el sector crítico y que tras las últimas elecciones pasó a apoyar a la anterior dirección. Al igual que Ruiz, su destitución tiene que ver con su oposición a los nuevos responsables del partido.
Estas decisiones se producen justo una semana después del relevo en la portavocía del Parlamento y llegan pocas horas después de que el secretario general del partido, Pedro Sánchez, haya avalado de forma contundente a la Ejecutiva de Zuloaga, tanto públicamente como en un encuentro privado con el presidente cántabro y líder del PRC, Miguel Ángel Revilla, que en vitud de sus funciones es quien debe ahora de oficializar estos relevos. En sus manifestaciones, el presidente de Cantabria siempre ha subrayado que el acuerdo de gobierno es “entre partidos” y no entre personas, de modo que ha garantizado la continuidad del pacto y la “estabilidad” del Ejecutivo.
Encuentro con Díaz Tezanos
Poco antes de comenzar la Ejecutiva del PSC-PSOE, Eva Díaz Tezanos ha acudido a la sede del partido, situada en el centro de Santander, y ha mantenido un breve encuentro con el secretario general, quien le ha comunicado personalmente las destituciones que posteriormente se iban a aprobar. Diez minutos más tarde, la vicepresidenta ha abandonado el cuartel general de los socialistas visiblemente desanimada.
Nadie se ha pronuniado hasta el momento sobre una posible renuncia de la número dos del Gobierno cántabro, pero “es una posibilidad que siempre ha estado sobre la mesa”, según aseguran a este diario fuentes cercanas a la vicepresidenta.
Lo que sí es seguro es que la marcha de Ramón Ruiz provocará más relevos en la Consejería de Educación, Cultura y Deporte, de la que dependen hasta siete direcciones generales y la Sociedad Regional de Cultura, empresa pública que gestiona el Palacio de Festivales.
Por el contrario, quienes no corren peligro son los otros dos consejeros socialistas en el Gobierno, Juan José Sota y María Luisa Real, responsables de Economía, Hacienda y Empleo y Sanidad, respectivamente, quienes en las últimas semanas han acercado posturas con la nueva dirección del partido.
“Nuevo impulso”
La secretaria de Organización del PSC-PSOE, Noelia Cobo, ha afirmado que los cambios servirán “para reforzar la estabilidad del Gobierno y potenciar las políticas que gestiona el Partido Socialista”. Además, ha asegurado que los cambios se producen “de forma natural” cuando hay una nueva dirección política “que debe marcar nuevos objetivos para el resto de la legislatura”.
En un comunicado, Cobo ha recordado que la Ejecutiva es “el único órgano” en el que corresponde “decidir y hablar y determinar si se toma alguna decisión” en el seno del Gobierno. “Estamos hablando de un acuerdo de Gobierno entre dos partidos políticos y la estabilidad del pacto es inquebrantable”, ha recalcado.
Por último, la Comisión Ejecutiva Regional ha decidido nombrar a Cobo, a Isabel Fernández, secretaria de Política Institucional, y a Agustín Molleda, secretario de Política Municipal, como nuevos integrantes del PSOE en la comisión de seguimiento del Pacto de Gobierno con el PRC, que se convocará esta semana y donde se plantearán los nombres de las personas que van a sustituir a los tres cargos públicos cesados.