Radiografía de la caza en Cantabria: 10.000 cazadores, más de 100 cotos y muchos interrogantes sobre las granjas cinegéticas
Seguido por muchos y odiado por otros tantos, no hay lugar a dudas de que la caza se ha convertido en uno de los temas más controvertidos de los últimos años sobre todo en lo referido a los datos falsos y las creencias generalizadas, y en vista de que es un territorio 'poco explorado' en Cantabria, elDiario.es ha pedido a la Consejería de Medio Rural todo lo necesario para hacer una radiografía de la caza en la comunidad.
El propio director general de Medio Natural, Antonio Lucio, ha sido el encargado de trasladar unos datos que arrojan que la comunidad tiene una media de 10.000 cazadores, lo que la convierte en el tercer deporte con más federados de la comunidad, aunque acusa una ligera bajada desde el 2006, año en el que se creó la Ley de Caza. “Creo que aquí la reducción está menos acentuada que en otras comunidades autónomas, y eso puede ocurrir porque cazar en Cantabria es más barato y porque se sigue manteniendo la figura del cazador rural”, ha afirmado Lucio.
Una idea que se asemeja mucho a la del presidente de la Federación Cántabra de Caza, Ignacio Valle, quien ha defendido que en la comunidad hay un tipo de caza “muy social”, además de “mucha afición” a la misma. Sin embargo, la que discrepa sobre ello es la presidenta de DEAN (Federación para la Defensa Animal), Victoria Cedrún, quien ha asegurado que se trata más de una “tradición familiar”. “El mantenimiento de esas licencias puede estar ahí pero no sé hasta qué punto es real... Una cosa es que tu hijo tenga una licencia de caza y otra cosa es que a tu hijo le guste ir a cazar. La gente joven tiene más empatía que sus padres”, ha señalado esta animalista en conversación con este medio.
Pero sin lugar a dudas, el asunto que ha sembrado la discordia ha sido el de las granjas cinegéticas. Y es que este tema salió a relucir en el Congreso en el mes de junio cuando el diputado de Unidas Podemos Juantxo López de Uralde preguntó al Gobierno por cuántas granjas destinadas a la cría de animales para después cazarlos había en España. El Gobierno contestó entonces por comunidades autónomas y Cantabria resultó tener, según los datos oficiales, 36 centros de este tipo.
Por el contrario, al cuestionar sobre este asunto a la Consejería de Medio Rural, el director general de este ámbito ha asegurado que en la comunidad únicamente hay una granja cinegética que, además, únicamente está autorizada a criar liebres. “Hay granjas que compran animales de otras granjas de otras comunidades y que actúan de contenedor para, por ejemplo, adiestrar perros o que estos aprendan a seguir los rastros”, ha sentenciado Lucio.
Pero para la presidenta de DEAN esto no es exactamente así: “En esa granja además de liebres se crían patos, conejos o faisanes -esta información viene recogida en la web de la Federación Cántabra de Caza-, y sí que es cierto que es la única que aparece como el nombre de granja cinegética, pero en el REGA (Registro de Explotaciones Ganaderas) vienen registradas 36, lo que ocurre es que están bajo el sobrenombre de explotaciones ganaderas y en teoría son de consumo, pero después se venden para caza”, ha advertido Cedrún.
En la línea de Antonio Lucio, el presidente de la Federación Cántabra de Caza, ha declarado que aunque los animalistas y el Gobierno mantengan que hay 36, “hay una”. “Las otras 35 son personas que tienen jabalíes para adiestrar perros, y a ellos se les exige tener un código REGA, pero los cazadores no compramos caza para cazar. No nos hace falta comprar jabalíes porque los hay por todas partes”, ha indicado Valle.
Los cotos y el futuro de la caza
Y otra de las cuestiones en las que tanto Gobierno como cazadores no se ponen de acuerdo con los animalistas son los cotos de caza. En la actualidad Cantabria dispone de 106 cotos de caza y se encuentra tramitando 25 más. Sobre ello, Antonio Lucio explica que “la mayoría de ellos” ya han estado constituidos hasta el 31 de marzo ya que la Ley de Caza de Cantabria establece que la duración de un coto es de diez años. “Salvo que el coto haya comenzado el proceso de renovación antes de que finalice el plazo el 31 de marzo, este finaliza y hay que volver a constituirlo, por lo que no es que se trate de nuevos cotos, sino que justo este año se han acumulado bastantes cotos que necesitan renovarse”, ha aseverado.
Lo mismo piensa el portavoz de los cazadores, Ignacio Valle, quien también asegura que estos cotos “ya estaban constituidos”. Por el contrario, Victoria Cedrún, que hace unos días denunciaba junto a Izquierda Unida la apertura de un nuevo coto de caza en San Vicente de la Barquera, ha reafirmado que en ningún caso se trata de una renovación. “Para renovar no tienes que volver a sacar el expediente y además tampoco puedes presentar alegaciones a algo que ya está constituido. Desde primeros de año se han solicitado 25 cotos de caza nuevos que afectan a 27 municipios, y en Cantabria ya hay un 90% de la superficie de terreno de caza, por lo que si siguen constituyéndose más acabaremos viviendo todos dentro de un coto”, ha argumentado la animalista.
Sobre la posibilidad de que la caza pueda terminar desapareciendo, Valle ha espetado que esta hoy en día es “necesaria”. “En la pandemia se ha demostrado que no podemos estar sin cazar, y si no cazásemos nosotros habría profesionales a los que tendríamos que pagar para que lo hiciesen. Al jabalí le da igual que lo mate un cazador que un profesional, y la caza en España genera más de 6.000 millones de euros, es decir, más que el vino”, ha sentenciado.
Por el otro lado, y en defensa de los animales, los integrantes del colectivo de DEAN han rebatido a los cazadores explicando que la sobrepoblación de algunas especies “de la que siempre hablan” no es demostrable. “Ahora no sabemos ni cuántos animales hay porque los datos reales solo los tiene la Consejería, y esta apoya y fomenta la caza”, ha declarado Cedrún. “El cazador cree que sin él sería imposible que hubiese un control, y los controles poblacionales -por no llamarlos exterminios- deberían estar hechos por técnicos y con argumentos científicos y estadísticos, no por ellos”, ha concluido la presidenta de la Federación en Defensa de los Animales.
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