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Rescate contra reloj de animales en peligro de extinción: el Zoo de Santillana del Mar sufre la peor inundación en 46 años

Blanca Sáinz

18 de enero de 2023 20:44 h

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48 horas han pasado desde que el Zoo de Santillana del Mar, en Cantabria, comenzó a sufrir “uno de sus momentos más complicados desde su inauguración hace 46 años”. El motivo no ha sido otro que las lluvias torrenciales que llevan asediando a la comunidad desde el domingo por la tarde, cuando el temporal Gerard empezó a avanzar por el Cantábrico provocando desbordamiento de ríos, de arroyos e inundaciones tanto por el litoral como por el interior de la autonomía.

Y a pesar de que la previsión estaba anunciada, una vez más la lluvia volvió a superar las expectativas en Santillana, que se ha colocado como uno de los lugares donde más precipitación se ha recogido en los últimos días a nivel nacional. Así, el zoo del municipio no pudo salvarse de las inclemencias y el lunes por la tarde comenzaron unas inundaciones que, dos días después, siguen afectando a parte de sus instalaciones.

Como consecuencia de ello, los grandes damnificados han sido los primates, que tuvieron que ser trasladados el lunes por la tarde, cuando el agua llegó a copar “metro y medio de altura de la instalación” de los orangutanes.

La directora del zoológico, Andrea González, explica en conversaciones con elDiario.es que siempre tratan de esperar para realizar el traslado “hasta que sea absolutamente necesario” ya que para estos animales “es un trago”: “Les supone mucho estrés y han pasado dos días bastante incómodos y nerviosos, aunque no les ha faltado de nada”, afirma.

Aunque González tiene claro que, a pesar de que esta especie “sufre más”, todos los animales lo han hecho salvo las aves acuáticas y las nutrias “que estaban encantadas”. Respecto al número de pérdidas, solo se ha producido una de un ejemplar de marta “que tenía difícil manejo”.

El resto esperan que esté bien, aunque cuentan con que, probablemente, algún primate aparezca con algún constipado “que ya atajaremos con todos los cuidados”.

Pero por el momento todos los animales, incluidos los primates y los que estaban en la granja, que también tuvieron que ser trasladados, están “a salvo y cómodos” en zonas más altas del mismo centro, algo que libera un poco la preocupación del equipo que conforma el Zoo de Santillana, que lleva más de 48 horas trabajando a destajo por evitar que el daño sea mayor.

“Ahora estamos limpiando todo lo que podemos y después ya comprobaremos los daños que se han producido: los sistemas de calefacción de suelo radiante, lo que se ha fundido, las neveras a las que haya pillado el agua e incluso todo el equipo de la tienda, que aún sigue bajo el agua”, señala la directora, que está acompañada por algunos trabajadores que indican que los daños podrían ascender a los 80.000 euros.

No obstante, el equipo todavía no descansa tranquilo puesto que las próximas 48 horas planean ser muy lluviosas en Cantabria, lo que podría volver a provocar nuevas inundaciones después de la limpieza que están realizando: “Esperamos que esto sea algo circunstancial y que no se repita pasado mañana... Solo esperamos que no se vuelva a liar la cosa”, reconoce González.

Cabe recordar que estos primates, sobre todo los orangutanes de Sumatra, se encuentran dentro de programas de conservación de especies en peligro de extinción por lo que resulta aún más imprescindible salvaguardar su integridad en las mejores condiciones posibles.

Limpieza “necesaria”

Justo al lado del Zoo de Santillana se encuentra el Arroyo del Ojo Negro, que tiene su sima en las inmediaciones de las instalaciones y que, para la directora del centro, es el “problema”: “Cada vez traga peor y eso solo lo puede solucionar la Administración, ya sea a través de la Confederación Hidrográfica o a través de la Consejería de Obras Públicas”, asevera.

Asimismo, González compara su situación con la de los ríos que se desbordan año tras año y reconoce que lo que ocurre en Santillana es “más sencillo”: “Solo se trata de la limpieza de un cauce. Esto es una sima, es un desagüe por donde el arroyo desaparece. Entonces, todo apunta a que si estuviese limpio, todo circularía mejor”, relata.

Por tanto, y a pesar de que el zoológico se encuentra en una especie de hoyo, González cree que el motivo por el que ahora se está inundando la zona y antes no es la falta de una limpieza “necesaria”: “En su día el Ayuntamiento de Santillana del Mar lo limpió y estuvimos muchos años sin inundaciones, así que pedimos que se realice otra limpieza y que, por lo menos, se haga un estudio que permita determinar si esto se puede arreglar o no”, indica la directora.

La profesional concluye su conversación con este periódico con un mensaje más tranquilizador y asegurando que la situación está “más o menos controlada” y que ya se encuentran más preparados por si la lluvia vuelve a hacer de las suyas en este zoológico con 46 años de historia que, por el momento, continuará cerrado hasta que todo vuelva a la normalidad.