La portada de mañana
Acceder
Sánchez rearma la mayoría de Gobierno el día que Feijóo pide una moción de censura
Miguel esprinta para reabrir su inmobiliaria en Catarroja, Nacho cierra su panadería
Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Revilla descarta declarar el estado de alarma en Cantabria: “La economía no se puede parar y no habrá un confinamiento de ninguna manera”

“Aquí no vamos a declarar ningún estado de alarma”. Así de tajante se ha mostrado el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla (PRC), sobre la posibilidad de pedir un estado de alarma individualizado por comunidades anunciado por Pedro Sánchez en la mañana de este martes.

Revilla ha descartado así el ofrecimiento del líder del Ejecutivo nacional defendiendo que el incremento de los contagios “era previsible por la cantidad de controles que se están haciendo y por la movilidad” entre territorios. “La economía no se puede parar porque el virus económico puede ser mucho más letal que este”, ha dicho el presidente autonómico, subrayando que la situación de la pandemia en Cantabria no es “nada comparable con lo que estaba ocurriendo en los meses de marzo y abril”.

“No habrá un confinamiento de ninguna manera”, ha insistido, recalcando que el estado de alarma en la región “no se va a decretar nunca”. Y es que Revilla ha valorado como “un contrasentido que todos aquellos que criticaron al principio el excesivo protagonismo del Estado ahora se quejen de que las autonomías, que tenemos la competencia en Sanidad, podamos tomar decisiones”.

“Tenemos la Sanidad transferida y Cantabria tiene en marcha todos los mecanismos para hacer frente a esta emergencia y seguir haciendo llamamientos a la población del cumplimiento de las normas”, ha manifestado el líder regionalista, poniendo en valor el Sistema Cántabro de Salud, que está “perfectamente preparado para afrontar” la crisis sanitaria. No obstante, ha destacado que la comunidad seguirá “tomando medidas de control en la medida que veamos que la situación empeora”.

Revilla ha concluido señalando que el día 7 de septiembre “todos los niños tienen que volver al colegio”, argumentando que “se debe convivir con el virus hasta que haya una vacuna”, que espera que llegue en diciembre o enero.