De 'todopoderoso' ministro de Fomento a militante de base. La carrera política de Íñigo de la Serna ha dado giro radical e inesperado, impensable antes de que Pedro Sánchez anunciara la presentación de una moción de censura que le ha llevado a desalojar a Mariano Rajoy de La Moncloa. En apenas unas semanas el dirigente popular ha pasado de ejercer como hombre fuerte en el Gobierno de España, y con proyección para promocionar aún más dentro de las filas conservadoras, a quedarse en el paro.
El fracaso de las negociaciones para la integración entre Pablo Casado y Soraya Saénz de Santamaría han dado al traste con la última posibilidad que le quedaba de mantener, al menos, parte del importante status quo que ha ostentado durante los últimos dos años. El equipo del nuevo presidente del PP ofreció a De la Serna la secretaría de área de Fomento dentro del Comité Ejecutivo, un puesto menor -el cuarto escalafón en la cadena de mando- que ha rechazado al considerarlo “humillante”.
Con esta decisión, el también exalcalde de Santander queda a día de hoy sin cargo institucional ni orgánico alguno -ni a nivel nacional, ni autonómico, ni local-. Y es que en noviembre de 2016 renunció a la Alcaldía que ocupaba desde 2007 y a su acta como diputado en el Parlamento de Cantabria para integrarse en el equipo de Rajoy y comenzar a dirigir el departamento más inversor del Ejecutivo central, una aspiración que había anhelado durante años y que por fin consiguió con el impulso de la entonces vicepresidenta, a quien posteriormente apoyó en las primarias.
No obstante, durante los próximos dos años tiene derecho a mantener un sueldo como exministro, tal y como establece la Ley de Incompatibilidades, y en Cantabria no tendría problema para sumarse a la Ejecutiva regional del PP que preside desde hace un año María José Saénz de Buruaga. Incluso tiene las puertas abiertas para ser candidato a la Presidencia de la Comunidad Autónoma en las próximas elecciones que se celebrarán en mayo de 2019.
Sin embargo, fuentes cercanas a la dirección del PP consultadas por este diario ven poco probable esta posibilidad debido, principalmente, a las poco halagüeñas expectativas electorales de un partido que está completamente dividido tras el último Congreso regional y con serias posibilidades de no ser primera fuerza política, algo que tan solo ocurrió en 1991. Su carácter ganador no invita a verlo en la oposición -en sus casi 20 años en política nunca ha estado en la bancada de la oposición- y su rivalidad con Miguel Ángel Revilla cierran casi cualquier puente a una hipotética coalición con el Partido Regionalista, el cual aspira por primera vez en su historia a ganar las elecciones.
Todo ello hace pensar que el futuro del exministro de Fomento está por el momento más cerca de la empresa privada. Ya durante su última etapa en la capital cántabra se le relacionó con grandes firmas, como el Banco Santander o Telefónica, con las que trabajó estrechamente mientras ostentó el bastón de mando de la ciudad. De la Serna (Bilbao, 1971) es ingeniero de Caminos, Canales y Puertos y comenzó su trayectoria política con 28 años al ser nombrado jefe de gabinete del consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria. Previamente había trabajado en un gabinete de ingeniería.
Mientras el nuevo PP va tomando forma, el exministro ha guardado silencio desde el pasado sábado, día de la proclamación de Pablo Casado. No se ha pronunciado públicamente ni tampoco a través de las redes sociales, ni siquiera para felicitar al flamante presidente de su partido, algo que sí ha hecho quien fuera su rival. Su último tuit reproduce la fotografía en la que se ve al equipo de la candidatura de Saénz de Santamaría comiendo pizza. Según señalan varios testigos, tras conocer el resultado del Congreso se le pudo ver desencajado.
Juan Corro, nueva incorporación
Quien sí ha entrado a formar parte de la nueva estructura del PP es Juan Corro, quien desempeñará las funciones de Secretario de Comunicación Digital. Este ingeniero de Telecomunicaciones fue concejal de Educación en Santander en el año 2011 -precisamente bajo las órdenes de Íñigo de la Serna-, cargo que abandonó solo seis meses más tarde para ir rumbo a Madrid como jefe de Gabinete del exsecretario de Estado de Telecomunicaciones, Víctor Calvo Sotelo.
Corro, que hizo campaña por Casado, se suma así a los otros dos cántabros que ya habían sido confirmados: el diputado nacional y vicesecretario de Acción Electoral en Cantabria, Diego Movellán, y la portavoz del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Castro Urdiales, Ana Urrestarazu, también en la Ejecutiva regional en calidad de coordinadora de Comunicación.