Sota ha insistido en que se trata de una “muy mala noticia” para la comunidad que los PGE no entren en vigor el 1 de enero sino que se prorroguen las cuentas de 2017 ante la falta de “seguridad en los apoyos” del Gobierno central (PP), según manifestó Montoro.
El consejero ha explicado que los PGE afectan al presupuesto de Cantabria en varios aspectos, puesto que determinan el aumento salarial de los funcionarios y las entregas a cuenta, que de este modo y hasta que no se apruebe el documento de 2018, “serán cantidades de 2017 y no de 2018” por lo que la comunidad ingresará “menos de lo que nos correspondería cobrar”.
Además, el Gobierno de Cantabria espera que en las cuentas del Estado para el próximo ejercicio se recojan ciertos ingresos, como los 22 millones de euros correspondientes al convenio para la financiación del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, más los atrasos de 2016 y 2017, que suman otros 44 millones; unas “mayores aportaciones” tanto para la Ley de Dependencia como por la puesta en marcha de la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE); y el “cumplimiento del compromiso” con la Fundación Comillas, “roto unilateralmente” por el Gobierno central del PP.
Todos estos aspectos “afectan de manera directa al presupuesto de Cantabria, tanto en ingresos como en gastos”, ha subrayado Sota, que ha reiterado la “mala noticia” para la región de que el Partido Popular “sea incapaz de aprobar los presupuestos en tiempo y forma, es decir, presentándolo ahora y aprobándolo para que entre en vigor el 1 de enero de 2018”.