El Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de Cantabria (STEC) ha convocado una concentración este martes, a las 18.00 horas frente a la Consejería de Educación, para exigir medidas que protejan a los interinos de la comunidad, “amenazados por el sistema de concurso de méritos que están diseñando las administraciones educativas”.
Así lo ha señalado el STEC en un comunicado, en el que ha opinado que el sistema de concurso de méritos que se está poniendo en marcha para la reducción de la temporalidad en el empleo público, y concretamente el que tiene que ver con la interinidad en el sector educativo, “va a ser tremendamente lesivo” para el personal interino de Cantabria si no se aplican una serie de medidas que corrijan “dos grandes injusticias” que, a juicio del sindicato, están marcando dicho concurso.
Una es la “deslealtad” de algunas comunidades que no han sacado plazas, o muy pocas, al citado concurso de méritos, con lo que, según STEC, de manera indirecta se está perjudicando a territorios como Cantabria que sí han cumplido con la legislación ofertando al concurso todas las plazas que reunían las condiciones que marca la normativa legal en vigor.
“El temor (más que fundado) que el STEC está recogiendo entre el colectivo interino de Cantabria es que se produzca un efecto llamada que atraiga a nuestra Comunidad Autónoma a miles de personas interinas de las CCAA en las que se no se ofertan plazas”, ha referido el sindicato.
La otra “injusticia” es que la normativa que rige el concurso establece un baremo en el que haber aprobado oposiciones --sin haber obtenido plaza-- desde 2012 hasta la actualidad en cualquier comunidad autónoma va a ser un mérito “determinante” a la hora de superar el concurso de méritos con el que se pretende estabilizar al personal interino.
“El hecho de que en Cantabria en muchas de las especialidades que se van a convocar no haya habido convocatoria de oposiciones desde el año 2012 deja a nuestro personal interino en una situación de completa desventaja en relación a otros territorios en los que sí ha habido varias convocatorias de oposición en esos años y, por tanto, sus personas interinas sí han tenido la posibilidad de obtener el mérito de haber aprobado sin plaza”, ha explicado STEC.
La confluencia de estas dos circunstancias “preocupa profundamente” al sindicato, que viene defendiendo alternativas que ha planteado tanto al Ministerio como a la Consejería de Educación, a la vez que ha mantenido contactos desde hace meses con representantes políticos autonómicos y estatales.
Una de sus propuestas es similar a la que se están planteando en otras consejerías de Educación, como Canarias, que consiste en la realización de un acto presencial en Cantabria, coincidente con el inicio de las oposiciones de 2023, al que tengan que acudir todas las personas que quieran participar en el concurso de méritos. “De esta manera evitaríamos el efecto llamada y protegeríamos a nuestro personal interino”, ha sostendido STEC.
“Aunque la Consejería de Educación reconoció esta problemática y asumió la alternativa que acabamos de plantear, no termina de decidirse a llevarla adelante por temor al rechazo del Ministerio”, ha apostillado el sindicato, que ha afirmado estar “profundamente decepcionado por esta actitud sumisa de la Consejería regionalista, que parece dispuesta a dejar desamparado a su personal interino por su absoluto seguidismo hacia la Administración central”.
El sindicato ha asegurado que los gobiernos de otras comunidades están implementando “mecanismos de diversa índole” para proteger a sus docentes interinos, y precisamente para que la Consejería de Educación de Cantabria haga lo mismo, es por lo que ha convocado a todo el profesorado este martes con el lema '#EstabilizaciónEnNuestraTierra'.
Para STEC, el proceso para reducir la temporalidad “tiene que servir para estabilizar al personal interino en la Comunidad Autónoma en la que venía trabajando” y ha advertido que “lo contrario, que es lo que puede pasar si no se toman medidas correctoras como las que defiende el STEC, supondrá, además de una gravísima injusticia laboral, la pérdida de todo un capital humano que no nos podemos permitir, ya que estamos hablando de todo un colectivo con una amplia experiencia docente y con un conocimiento contrastado del currículo y de la realidad de Cantabria”.