El Sector de Sanidad de la Federación UGT-Servicios Públicos ha confirmado este miércoles el inicio de la huelga general en las ambulancias de Diavida, empresa concesionaria del transporte sanitario programado o no urgente del Servicio Cántabro de Salud (SCS), desde las 00 horas de este jueves, 28 de noviembre.
Según ha precisado en un comunicado el presidente del comité de empresa de Diavida en Cantabria, Gildo Cabañeros, la empresa ha pagado “por fin” todas las nóminas del salario de octubre y está abonando las de noviembre “pero con dinero prestado o adelantado del propio Servicio Cántabro de Salud, mientras sigue sin aportar documentación alguna que garantice su liquidez económica para futuros salarios”.
Además, ha indicado que aunque pague todas las nóminas de noviembre, “la empresa seguiría debiendo dinero a la plantilla porque no ha abonado el aumento salarial previsto en el convenio colectivo, un 2,5%, ni en octubre ni en noviembre”.
Por eso, para el sindicalista, “estamos en las mismas” ya que “no hay garantías económicas de ningún tipo para que lo que ha sucedido en el primer mes de servicio de Diavida con el impago de salarios no vuelva a ocurrir en los próximos meses”. Porque en su opinión “es de sentido común que la solución de urgencia que se ha utilizado ahora con el Servicio Cántabro de Salud como prestamista no tiene futuro alguno”.
Cabañeros ha puntualizado que si Diavida no tiene liquidez económica propia “y va a estar pagando cada mes con el dinero que se le adelanta de las nóminas de los meses posteriores, el problema no se solucionará nunca porque esto es una cuestión de que esta empresa no hizo los deberes cuando presupuestó el servicio que iba a prestar y, simplemente, no tiene dinero para pagar a la plantilla que lo realiza”.
Sin compromiso con el convenio y el pliego, Cabañeros ha puntualizado que, además, la huelga general se convocó por los “reiterados incumplimientos” del convenio colectivo y del pliego de condiciones por los que la empresa ya ha recibido “un buen número de sanciones” y tampoco hay “avance alguno en ello porque Diavida no se compromete por escrito a nada”.
“Es más, sospechamos que va a ir a más porque ahora la empresa quiere hasta realizar una modificación sustancial de las condiciones de trabajo con cambios en los horarios”, según el presidente del comité.
Cabañeros ha recordado que se aplazó la huelga desde el pasado lunes hasta este 28 de noviembre “como gesto de buena voluntad negociadora y con la esperanza de que la empresa rectificara y se pudiera alcanzar un acuerdo pero no ha sido así”.