Voluntarios recogen fibras de plástico en la costa de Castro Urdiales tras el vertido: “Siguen llegando miles a las playas”

Rubén Alonso

Castro Urdiales —

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El Gobierno de Cantabria aseguró la semana pasada que el vertido de fibras de plástico en el mar provocado por las obras del rompeolas de Castro Urdiales no generó “ningún impacto” porque se “limpió inmediatamente”. En este caso, el discurso de la Administración autonómica choca de bruces con la realidad. Y es que un grupo de voluntarios de la localidad ha recogido este fin de semana centenares de estos fragmentos en la playa de Brazomar, procedentes del derramamiento ocurrido hace días.

Es por ello que el propio colectivo de voluntariado medioambiental 'Mi Pueblo Limpio' ha cargado contra las declaraciones emitidas por la Consejería de Fomento que dirige Roberto Media (PP): “Hace seis días que se produjo el vertido y siguen llegando miles de fragmentos a las playas de la zona”, han señalado en una publicación en Facebook. “¿Qué necesidad había de hacer esas declaraciones y quedar en evidencia?”, se han cuestionado desde este grupo.

“Los accidentes y los desastres hay que afrontarlos con valentía y determinación, intentando buscar la solución más rápida y más eficaz”, han manifestado desde 'Mi Pueblo Limpio'. “Otra cosa es que se consiga solucionarlos, pero al menos no habrás hecho el ridículo”, señalan, poniendo el foco de nuevo en el departamento encabezado por Media. “Y si no se consigue, no pasa nada por admitirlo y pedir ayuda a quien corresponda, incluidos los grupos de voluntarios”, han expresado. “Esperamos que Civis Global S.L. [empresa que está ejecutando los trabajos en el rompeolas] dé las explicaciones pertinentes y asuma sus responsabilidades”, han sentenciado los voluntarios de limpieza de este municipio.

Durante varios días, el mar de Castro Urdiales estuvo cubierto por una película de fibras cilíndricas de plástico, y aunque hubo operarios que trataron de retirarlas, la gran cantidad de este material derramado hizo imposible su erradicación total. Ahora, muchas de ellas están llegando a la costa, principalmente a los arenales, donde van quedando sepultadas y, por ello, su limpieza se hace más costosa.

“Las fibras (de 1 milímetro de ancho y 3 centímetros de largo) las hemos recogido de una en una porque la mayoría estaban muy esparcidas, y aunque hemos quitado muchísimas, no es nada comparado con las que quedan en el mar y enterradas en la arena”, han resaltado desde 'Mi Pueblo Limpio', quienes han agradecido la colaboración a los “muchísimos adultos y niños que no han dudado en dedicar parte de su momento de relax al cuidado de nuestro entorno”

La Consejería de Fomento, cuestionada el pasado viernes por este suceso, señaló que tuvo su origen al hormigonar la parte del dique que queda sumergida en el agua. “Se hizo con marea baja, ya que es el momento en el que se puede hacer, y luego la marea subió más de lo previsto y arrastró parte de las fibras que se habían echado”, apuntaron fuentes de este departamento.