Un libro, una película, un disco. Así se simple y de interesante es “El planazo del Sr. Sanabria”. Tres recomendaciones culturales imperdibles para navegar entre el underground. Primero empezó con una sección en el programa y ahora tiene sus propios programas completos.
SICK ON YOU
Te Potaría Encima (Sick On You en su original anglosajón, por una vez el título en castellano supera al molde) narra la desventurada y calamitosa historia de Andrew Matheson, cantante de los Hollywood Brats, banda inglesa que luchó denodadamente por triunfar y ser reyes del mambo y fracasaron estrepitosamente, volatizándose en el intento. Sin duda alguna, uno de los relatos rockeros más divertido y entrañable de los últimos años; Matheson como músico era más bien mediocre, pero es un excelente cronista del chunguísimo Londres de principios de los 70; hilarante, preciso y brutalmente honesto.
Te Potaría Encima no deja de ser un relato en clave casi dickensiana de la miseria arrabalesca y del hombre común afrontando el fracaso al que le lleva querer volar cerca del sol. En este caso, Ícaro es un joven de apenas 19 años que llega a Londres desde Canadá dispuesto a ocupar el trono de los Stones (o de sus favoritos, the Kinks) que le corresponde por derecho. Aparentemente.
Cualquiera que haya estado en una banda de rocknroll se identificará con la pueril arrogancia rockera y estúpida chulería beoda de unos post adolescentes sin presente y con un futuro más negro aún. En esto se adelantaron también a las huestes punks, el no future no lo predicaban, pero lo vivieron a tope. Dandis de arrabal preferían gastarse las libras en priva y satén antes de, qué se yo, alimentase; a pesar de habitar en la cochambre de casas okupas o habitaciones apestosas, raramente eran vistos en público sin maquillaje completo, tacones y boas de plumas; alguna vez me extenderé en la idea de fealdad y glam en Inglaterra; Bowie, por desgracia, solo hubo uno.
Los Brats fueron una panda de inadaptados absolutos, el impacto de estos tipejos en el sórdido Londres post-swinging debía ser semejante a un Yankee en la corte del Rey Arturo; coetáneos a los New York Dolls (a los que miran de reojo y con cierta envidia) los Hollywood Brats reivindicaron el retorno a un rock n roll desnudo y sin florituras, con un sonido que anticipaba el punk en unos años. Además de tener las pintas más escandalosas y la arrogancia desquiciada del que se cree paladín de la causa. Por lo tanto, ¿qué pudo salir mal?
Para empezar, no eran tan buenos como ellos creían; como decía preludiaron el sonido crudo y sucio del punk rock, pero en 1975 el público aun no estaba preparado para esa avalancha de distorsión guarra; aquí hay que romper una lanza a favor de Matheson y los suyos; tuvieron una visión musical clarísima desde el primer minuto, y no permitieron que nadie intercediese. Les salió mal, pero lo intentaron. También hay que tener buen ojo con quien te juntas; grabaron un disco (único y homónimo) para una agencia de representación pensando que lo hacían para una casa discográfica, firmaron papeles sin tener ni idea y se vieron en manos de la mafia londinense de los temibles gemelos Kray.
Anécdotas incontables; desde cómo cambian su primer nombre (The Queen) pero tumba a Freddie Mercury de un puñetazo en los dientes (otra victoria pírrica), a su breve periodo de amistad con Cliff Richard y sus acólitos hippies, o las numerosas palizas que les calzan por las extravagantes pintas.
No destripo el final si digo que finalmente no lo lograron (en serio, cuantos tenéis el disco de Hollywood Brats) de hecho sí editaron el disco con una filial noruega de Mercury y vendieron la friolera de 563 discos. Además eran visionarios; en la última parte del libro Matheson se junta para tocar con Mick Jones de los Clash y Sex Pistols pero pasa de ellos en otro movimiento arrogante y ruinoso.
Los Hollywood Brats implosionaron demasiado pronto para compartir la gloria, pero dejaron algo mucho más apetecible, estas descacharrantes memorias que harán las delicias de todo aquel que disfrutase de Los Trapos Sucios y demás morralla loser
TE POTARÍA ENCIMA
(SICK ON YOU)
Andrew Matheson
Editorial Contra
440 págs.
15 × 22 cms.
Rústica con solapas
ISBN: 978-84-947459-0-4
Te Potaría Encima (Sick On You en su original anglosajón, por una vez el título en castellano supera al molde) narra la desventurada y calamitosa historia de Andrew Matheson, cantante de los Hollywood Brats, banda inglesa que luchó denodadamente por triunfar y ser reyes del mambo y fracasaron estrepitosamente, volatizándose en el intento. Sin duda alguna, uno de los relatos rockeros más divertido y entrañable de los últimos años; Matheson como músico era más bien mediocre, pero es un excelente cronista del chunguísimo Londres de principios de los 70; hilarante, preciso y brutalmente honesto.
Te Potaría Encima no deja de ser un relato en clave casi dickensiana de la miseria arrabalesca y del hombre común afrontando el fracaso al que le lleva querer volar cerca del sol. En este caso, Ícaro es un joven de apenas 19 años que llega a Londres desde Canadá dispuesto a ocupar el trono de los Stones (o de sus favoritos, the Kinks) que le corresponde por derecho. Aparentemente.