Se abre el grifo del Tajo para la Mancha con una tubería iniciada hace 18 años que paró Cospedal
Otro “día histórico” para Castilla-La Mancha en materia de agua. El presidente autonómico, Emiliano García-Page, ha inaugurado la puesta en marcha de la Tubería Manchega, una infraestructura que se adjudicó en 2005 con el gobierno socialista de José María Barreda, se paralizó durante cuatro años con el PP de María Dolores de Cospedal, y cuyo grifo se ha abierto hoy en su primer ramal. Su función: transferir agua del río Tajo para beber a 15 municipios de la llanura manchega, una población de 100.000 personas.
La tubería manchega arranca en el embalse de Campos del Paraíso, cerca del trasvase Tajo-Segura, y termina en Fernán Caballero (Ciudad Real). El agua de este primer ramal es recogida del trasvase para su potabilización en la Estación de Tratamiento de Agua Potable de Saelices (Cuenca), donde se ha llevado a cabo su inauguración, y la lleva a 15 pueblos de la Mancha, que serán los primeros beneficiarios.
Al acto de Saelices han acudido los 15 alcaldes y alcaldesas de los municipios beneficiarios: Minaya y Villarrobledo, en la provincia de Albacete; Pedro Muñoz y Socuéllamos, en la provincia de Ciudad Real; así como otros once en la provincia de Cuenca, como son Belmonte, Los Hinojosos, Horcajo de Santiago, Las Mesas, Mota del Cuervo, El Pedernoso, Las Pedroñeras, El Provencio, San Clemente, Santa María de los Llanos y Villamayor de Santiago.
Tras este primer ramal, de 187 kilómetros, el objetivo para los próximos años es prolongar la tubería para abastecer de agua a otros 26 pueblos más por los que transcurre el trasvase. Y otros 12 municipios del Campo de Calatrava, en Ciudad Real, se han adherido al segundo ramal.
Para la construcción de la tubería manchega se han invertido más de 400 millones de euros y, en total, tiene asignados 50 hectómetros cúbicos de agua al año.
Durante el acto de inauguración, el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha destacado los esfuerzos que en los orígenes de esta construcción realizaron tanto el expresidente José María Barreda, presente en el acto, como José Luis Rodríguez Zapatero. “Fue algo que ellos soñaron y que ahora se hace realidad”.
“Esa agua que acaba de manar del primer depósito es agua para beber, no para regar”, ha enfatizado el consejero, recordando que el volumen derivado se descuenta de lo que se transfiere a Levante a través del Tajo-Segura.
También ha detallado que comienzan desde hoy seis meses en prueba en que el volumen de agua transferida desde el Tajo por la tubería manchega se va a mezclar con los depósitos de agua de los municipios beneficiarios. Tras ese plazo, “el agua de sus grifos será toda del Tajo” mediante el tratamiento de la planta de ósmosis ya puesta en marcha “para que sea la mejor agua de España”.
Ha acudido también a este evento el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, quien ha asegurado que detrás del botón pulsado para la puesta en marcha de la tubería, hay “muchos años de esfuerzo”. Ahora, ha añadido, queda por delante la expectativa de ir ampliando las obras y que llegue a más pueblos.
Finalmente, Emiliano García-Page ha mostrado su agradecimiento tanto al expresidente Barreda, como al Gobierno de Pedro Sánchez y a la Confederación Hidrográfica del Tajo. “Puede parecer un conjunto de tuberías sin más, pero es mucho más. Es histórico porque estamos en la España seca y no nos sobra agua, nos falta. Decir lo contrario es falso y es demagogia”.
Llevamos más de 20 años batallando para que haya miles ciudadanos de la región que puedan beber con calidad y seguridad
“Llevamos más de 20 años batallando para que haya un cambio en las reglas de explotación del trasvase, para que haya un caudal mínimo del Tajo y para conseguir lo que hemos conseguido hoy, que haya miles ciudadanos de la región que puedan beber agua con calidad y seguridad”, ha señalado el presidente autonómico.
En varias ocasiones ha repetido la máxima “primero beber, después regar” en referencia a los regantes de la Comunitat Valenciana, Murcia y Andalucía que reciben agua del trasvase. “Castilla-La Mancha ha renunciado, se ha resignado, hemos consentido no tener más regadíos porque entendemos que beber en el Levante es tan prioritario como aquí. Pero no podemos quitarnos de beber nosotros ni desarrollar empleo ni industria y que lo puedan hacer para regar en el Levante”.
Por eso ha concluido destacando la necesidad de que el inicio de la derivación del agua por la tubería manchega se haga “irreversible” y continúe su ampliación. “De esto va a depender el futuro de muchísima gente y va a quitar la preocupación de muchos municipios de estar pensando qué pasará en verano”, ha concluido.
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