Absueltos cuatro sindicalistas en Albacete: “Las acusaciones eran falsas”
Magdalena Cantos es una de los cuatro sindicalistas que han sido absueltos de las acusaciones de delitos de daños durante la Huelga General de 2010. Se trata de una sentencia que han dado a conocer UGT y CCOO, las organizaciones sindicales afectadas, y que supone, tras seis años de litigio, un paso muy importante en los procesos abiertos por estas protestas. “Lo hemos pasado muy mal, las acusaciones eran totalmente falsas”, explica Cantos.
Esta sindicalista todavía no entiende cómo, tanto a ella como a los otros tres sindicalistas absueltos, los han podido sentar en el banquillo. Y es que, según detalla, el día de la huelga los agentes de Policía Nacional que luego formularon la acusación “no nos cachearon”. De hecho, el informe explica que a ella la cachearon y le encontraron piedras y chinchetas en el bolso “cuando ni me cachearon, ni yo llevaba bolso ese día”. “Además ha sido todo muy raro porque la citación nos llegó muchos años después de que nos tomaran los datos en la huelga aquel día. Esto te hace desconfiar de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”, añade.
Tanto ella como el secretario general de CCOO en la provincia de Albacete, Paco de la Rosa, creen que los cuatro encausados fueron una especie de “cabeza de turco” porque estaban al frente de algunas federaciones del sindicato y tenían una cierta repercusión social en el momento en el que se inició el proceso judicial en contra de ellos. “Ahí se ve una mala intencionalidad”, apunta Magdalena Cantos.
Esta sentencia ha sido muy bien acogida en el seno de los sindicatos UGT y Comisiones Obreras porque los encausados pertenecen a ambos. Para UGT, la resolución representa la absolución de unos compañeros que, en el ejercicio de un derecho constitucional se encontraban en un piquete informativo, ejerciendo su labor como sindicalistas, que no era otra que la de informar a otros compañeros de los motivos y la importancia de secundar la huelga.
Por su parte desde CCOO, Paco de La Rosa, dice que se demuestra que “el ejercicio del derecho a huelga no es un delito” toda vez que no entiende, tras la sentencia absolutoria, cómo estos cuatro sindicalistas fueron acusados y llevados ante el juez. De hecho, recuerda que la huelga general de 2010 “fue una de las más limpias que yo recuerdo”.