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Afianzar la especie y primeras crías, los objetivos de LIFE+Iberlince para 2016

Lince ibérico / Programa de conservación Exsitu

Diego Jimeno Manrique

El programa de reintroducción de lince ibérico en las zonas de Sierra Morena (Ciudad Real) y los Montes de Toledo sigue su curso al amparo del Proyecto LIFE+Iberlince. El objetivo principal es que la especie se aclimate y se estabilice para terminar asentándose en los territorios elegidos para que finalmente se reproduzcan y la población se vaya incrementando sobre la base los ejemplares liberados. Entre diciembre y febrero es cuando se supone que empieza la época de celo para los linces, siendo en estos meses cuando más esperanzas se van a tener para que las hembras reintroducidas queden embarazadas y la especie comience a crecer de forma natura.

Doce ejemplares se han soltado en Ciudad Real y once en Toledo, entre 2014 y 2015, aunque se podría decir que este año ha sido el determinante y donde ya se empiezan a ver resultados. “Este año tenemos muchas esperanzas porque en el área de reintroducción, con posibilidades de reproducirse, hay cuatro hembras y dos machos muy asentados en el territorio”, explica Juan Francisco Sánchez, Jefe del Proyecto Life para la empresa FomeCam. Añade que, en líneas generales, “el balance es muy positivo”.

Más de 34 millones de euros es el gasto que supone el proyecto Life+Iberlince, financiado en gran parte por la Unión Europea, que aporta casi 21 millones. Hay un equipo de 19 socios detrás entre los que se encuentran España y Portugal, además de diferentes federaciones de caza y las comunidades autónomas de Extremadura, Andalucía, Murcia y Castilla-La Mancha. Los linces se liberan, en su mayor parte, en fincas privadas. En Toledo hay media docena de fincas que suman unas 10.000 hectáreas y en Ciudad Real hay unas quince propiedades que colaboran con el Proyecto y estarán en torno a unas 20.000 hectáreas.

Sánchez califica la labor de los agentes medioambientales de “imprescindible”, pues son ellos los que más trabajan sobre el terreno, informando a los dueños de las fincas sobre el cuidado especial que deben tener todos los cazadores que acudan a ellas y no ocurra ningún accidente. “Nosotros desarrollamos una labor de tipo policial, que es el tema de la vigilancia de la actividad cinegética, en las zonas donde se encuentran los linces”, comenta Francisco Morales, que es Coordinador Comarcal de los Agentes Medioambientales. Insiste en que “el tema de la información es fundamental”, porque “se trata de que el lince sea aceptado”. Morales recalca que la relación con los cotos donde se han producido las sueltas “es bastante satisfactoria, pero eso no quita que haya que hacer un control y una vigilancia”.

El seguimiento de los linces marcados por el Proyecto es exhaustivo y diario, pero no obstante siempre hay algún ejemplar que muere por circunstancias no naturales. En este 2015 han sido cuatro los ejemplares que han fallecido, todos ellos por causas de atropello. Además de Kung-fu, fallecido recientemente en el término de Yeste (Albacete), en este 2015 los otros tres ejemplares que han muerto han sido dos hembras en Ciudad Real y un macho en los Montes de Toledo.

Para Ecologistas en Acción de Castilla-La Mancha, el balance del proyecto “es desigual”. En su opinión, no se han tenido en cuenta una serie de medidas de conservación en las áreas de suelta, siendo ese hecho el que ha provocado la mayoría de las bajas que se han tenido. Además de los atropellos, Miguel Ángel Hernández cree que “en la zona de los Montes de Toledo, como en el Campo de Montiel, todavía hay muchas prácticas cinegéticas que son de mucho riesgo para la presencia del lince”. Desde Ecologistas, también hacen especial hincapié a que cuando se tomó la decisión de reintroducir linces, no se tuvo en cuenta que había y hay ejemplares que entran por Sierra Morena, desde Andalucía. Hernández señala que “si se hubiera puesto coto a esas amenazas (control de depredadores y atropellos) nos hubiéramos ahorrado una gran cantidad de dinero y ahora no estaríamos estar echando cuentas de lo que le pasa a los animales reintroducidos”. El control de depredadores al que se refieren en Ecologistas es una práctica cinegética que tiene que ver con la captura de animales que los cazadores consideran dañinos para la caza. Es por ello que la labor de vigilancia que realizan los Agentes Medioambientales es determinante para el futuro del Proyecto Life+Iberlince y el asentamiento definitivo de la especie.

Aunque ya se espera que en esta época de celo queden varias hembras embarazadas, el Proyecto tiene preparado para el inicio de 2016 una nueva suelta de ejemplares. “Se van a liberar diez linces en Montes de Toledo, cuatro hembras y seis machos, mientras que en Ciudad Real se soltarán nueve, cuatro hembras y cinco machos”, explica Sánchez. Actualmente hay cuatro hembras territoriales en Toledo y tres en Ciudad Real, un buen dato que todavía no llega a las pretensiones de cinco hembras territoriales en cada lugar que tiene el Proyecto como finalidad. La importancia de las hembras es fundamental debido a que, principalmente, depende de ellas el futuro de la especie y el éxito del proyecto, pues los machos pueden cubrir a más hembras sin problema.

“Lo que está claro es que somos optimistas con el futuro próximo y a medio plazo. El lince ha venido para quedarse”, dice confiado Francisco Morales, seguro del éxito del Proyecto Life+Iberlince. En pocos meses coincidirán el balance de la que puede ser la primera época de cría desde que se inició el Proyecto, con el de la adaptación de los últimos ejemplares liberados.

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