La agricultura y su sostenibilidad han centrado hoy buena parte del Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha, que ha dado luz verde a dos líneas de subvenciones encaminadas a seguir sosteniendo un sector que “aporta buena parte de la riqueza regional”. Así lo ha detallado el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, quien ha explicado en primer lugar la aprobación de una nueva convocatoria de ayudas para las obras de mejora de regadíos. Esta línea tiene una dotación de 31,1 millones, y la previsión es que beneficie a 168 comunidades de regantes, es decir, hasta 40.000 agricultores.
A la hora de conceder estas subvenciones -que pueden llegar a cubrir hasta la mitad del coste de las obras-, primarán aquellas que se realicen en regadíos donde se prime la eficiencia en el uso del agua y donde existan medidas de ahorro. También tendrán prioridad los proyectos que se encuentren en zonas desfavorecidas o en territorio protegido por la Red Natura.
El Gobierno regional, ha dicho el consejero, tiene puestas “muchas esperanzas” en esta línea de ayudas porque promoverán que los agricultores de la comunidad autónoma, especialmente lo del medio rural, “puedan regar más y mejor, pero con la misma agua” mediante su uso eficiente.
También ha resaltado que se trata de una medida “muy esperada” porque durante la legislatura anterior del PP “no se invirtió ni un solo céntimo de euro” en esta materia. “Ahora esperamos que nos ayude a generar más riqueza y más empleo”, ha resaltado, destacando que una hectárea de regadío genera cinco veces el valor añadido bruto que una hectárea de secano. Por eso, dice estar convencido de que el futuro de la agricultura “pasa por el uso eficiente del agua” y ha enlazado esta cuestión con la necesidad de que Castilla-La Mancha “pueda tener acceso” a ese recurso.
Solo se riega el 13% de la superficie agrícola
En Castilla-La Mancha solo el 13% de la superficie agrícola se riega, un porcentaje muy inferior a la media nacional y a la media de las comunidades de Levante, por lo que, según Martínez Arroyo, son muchos los “años de retraso” en la región. Debido a esto, su intención es que a largo plazo este porcentaje suba cuando el proyecto de ayudas a regadíos esté finalizado. “Es importante porque no solo se crea riqueza invirtiendo en regadíos, sino que también es posible redistribuir la riqueza que ya tenemos priorizando los regadíos sociales”.
Y al margen de esta línea de ayudas, también ha anunciando que el Gobierno ha aprobado la ampliación de crédito de la orden de subvenciones a la modernización de explotaciones agrarias. De 30 millones de euros con los que estaba dotada actualmente, se pasa a 77 millones de euros, la “cifra más alta puesta en Castilla-La Mancha a disposición de los agricultores profesionales”. La Junta prevé que puedan beneficiarse de la misma hasta 2.215 profesionales, la mitad de ellos jóvenes agricultores.
En este caso, ha realizado la misma comparativa con la legislatura anterior, cuando tan solo se invirtió en cuatro años un total de 20,5 millones de euros. El consejero ha concluido afirmando que esta línea de ayudas a la modernización se resolverá la primera semana de diciembre, y que tanto con esta cuestión como con las subvenciones para regadíos, la comunidad autónoma se convierte en una de las que más contribuye a su propia riqueza regional.