Agricultura dará ayudas para gestionar los purines de cerdo

El subsecretario del Ministerio de Agricultura, Jaime Haddad, ha anunciado en el Grupo de Trabajo sobre alternativas al tratamiento de purines, la decisión de colaborar económicamente con las Comunidades Autónomas en la solución, a corto plazo, del problema generado a los ganaderos de porcino por el cierre de las plantas de tratamiento con cogeneración como consecuencia de los recortes en la retribución que ha previsto el Ministerio de Industria. Es decir que lo que pretende ahorrar un Ministerio lo gastará otro.

En estas plantas se venían gestionando los excedentes de residuos de unas 2000 explotaciones ganaderas que no disponen de tierra suficiente donde depositarlos y su cierre está provocando ya que los balsas de almacenamiento temporal rebosen y se viertan al terreno cantidades de residuos por encima de lo autorizado, con el consiguiente riesgo de contaminación de los aguas subterráneas por la elevada concentración de nitratos de los purines, relacionada con el tipo de alimentación de los animales en cría intensiva.

La ayuda anunciada se basará en las necesidades planteadas por la Comunidades, calculadas a partir del coste del transporte del purín a tierras o instalaciones donde sea posible su gestión, como media más inmediata y fácil de implementar a muy corto plazo. No obstante, los gobiernos autonómicos podrán decidir dedicar los fondos a otras soluciones distintas al transporte, siempre que el objetivo de las mismas sea solventar el problema, a corto plazo, de las explotaciones que hasta ahora entregaban purines a las plantas.

Las Comunidades Autónomas que se beneficiarán en mayor medida de esta ayuda son, por lo tanto, las que tienen explotaciones en zonas vulnerables como Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña y Murcia. También recibirán ayudas Andalucía, Aragón y Galicia.

La crisis de los purines de cerdo

La crisis ha venido provocada por la inminente aprobación de un recorte, retroactivo, en las primas que venían recibiendo las plantas de tratamiento de purines, que están consideradas productores de electricidad del “régimen especial” junto a las energías renovables.

Según la Asociación para el Desimpacto Ambiental de los Purines (ADAP), organización que agrupa a estas empresas, ello supone una pérdida de hasta el 40 % sobre lo que percibían y lo consideran injusto porque se equiparan las plantas de tratamiento de purines con la cogeneración convencional, “sin tener en cuenta los costes de inversión y operación para el desimpacto ambiental que realizan” y advierten de que su desaparición dejaría sin tratar entre 2 y 2,5 millones de Tm anuales de excedentes de purines. De hecho recuerdan que estas instalaciones, que aprovechan el residuo sólido como fertilizante y generan biogás y electricidad, realizan una labor medioambiental al evitar el vertido inadecuado y la contaminación de suelos y acuíferos. Por ello reclaman que en la revisión de la retribución como productores energéticos se tenga en consideración ese otro papel de gestores de residuos.

Soluciones a medio plazo

El consejero de Agricultura de Cataluña, Josep María Pelegrí, que alberga las zonas más afectadas por el problema ha anunciado, apunta otras posibles soluciones, que en todo caso pasarían porque Industria aceptase una moratoria que dé tiempo a adoptarlas, como son la introducción de cambios en la alimentación de la cabaña porcina en intensivo, de forma que la composición de los piensos permita que la excreciones tengan un menor porcentaje del peligrosos nitrato, o adoptar tecnologías para la separación de la parte líquida y sólida de los purines, pudiendo trasladar esta última, más rica en nitratos, a otras zonas donde pueda utilizarse en la fertilización de tierras agrícolas. Ello supondrá para los ganaderos mayores costes en la gestión del residuo o bien menor rentabilidad ya que los nuevos piensos podrían ralentizar el crecimiento de los animales.

Con una perspectiva bien distinta el Grupo de Defensa del Ter, que ha sido muy activo frente a los problemas de contaminación de los acuíferos por nitratos en Cataluña, cree que esta crisis desvela que ha fracasado este sistema de gestionar los excedentes de purines, que ha generado beneficios a los propietarios de las plantas y ha permitido aumentar desmesuradamente la cabaña ganadera, pero no abordar con seriedad el problema de la contaminación que sigue existiendo. Para este grupo estamos ante “una oportunidad para reducir la cabaña porcina y encontrar el equilibrio con el territorio”, así como “para implantar soluciones sostenibles de gestión de los purines, como por ejemplo el biogás”. Y abogan por “un nuevo modelo ganadero que se base en la calidad y la alianza entre productores y consumidores, no este modelo que importa pienso de Sudamérica y exporta carne a Rusia”. Recuperar, en definitiva, “un mundo rural que vele por la tierra y su salud”.