Se llama Helicoverpa armigera y es un gusano que amenaza los cultivos de plantas aromáticas como la lavanda o el lavandín. Está ocurriendo en la provincia de Guadalajara, en comarcas al sur, conocidas por los amplios campos que este cultivo tiñe de morado y que ha puesto en jaque un voraz invertebrado. Tanto que es capaz de acabar con cosechas en una sola noche.
Abelardo Carrillo, presidente de la Asociación Nacional Interprofesional De Plantas Aromáticas y Medicinales (ANIPAM), pidió a la Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha que se les permitiera adelantar la recogida de la total de la cosecha para evitar dar “pasto a los gusanos”, en una reunión celebrada esta misma semana, después de alertar, días atrás, de otros problemas que sufre el cultivo.
Tras la reunión de los representantes de ANIPAM con la viceconsejera de Política Agraria Común y Política Agroambiental, Gracia Canales, el Gobierno de Castilla-La Mancha anunció que autorizará el adelanto de la cosecha de lavanda en aquellas parcelas afectadas por el gusano.
Sin embargo, y según las declaraciones de Carrillo a AgroalimentariaCLM, lo que ellos piden en realidad es la recolección total de la cosecha “ya”, porque si no es así, toda espiga que no se recoja, advierte, “supone un problema porque es una ayuda a la propagación de la plaga”.
Los lavindicultores recuerdan que ya tienen que cumplir condiciones para recibir ayuda pública y que pasan por que un 10% de las plantaciones de plantas aromáticas ha de quedar sin segar y sin cosechar hasta el 1 de octubre, “una condición que nosotros entendemos perfectamente y colaboramos con ella, porque ayuda a la fauna, a las abejas”, recuerda el agricultor.
Pero este año, aclara, “si no segamos todo lo que estamos dejando es pasto para que los gusanos depreden nuestras plantaciones. Creemos que es comprensible nuestra petición. Sería una medida excepcional, como excepcionalmente ocurrió el año pasado cuando se nos eximió de esa condición por razón de la sequía”.
Dice que este año, la excepcionalidad también existe, aunque sea otra: una plaga. “Hemos pedido la Consejería es que sea comprensiva no para favorecernos a nosotros, sino para impedir la propagación de la plaga”.
“No queremos vivir de las subvenciones continuas”
En esta reunión, ANIPAM también reiteró la necesidad de contar con alguna ayuda coyuntural. “Este es un sector en crisis financiera muy grave, prácticamente de supervivencia, y lo que le pedimos a la Administración es soporte financiero coyuntural, no queremos vivir de las subvenciones continuas, pero en estos momentos el sector necesita oxígeno financiero porque llevamos entre tres o cuatro años sin vender ni un kilo de esencia y la reservas financieras de las empresas se resienten”, asegura Carrillo.
Por eso “hemos pedido que se autorice excepcionalmente una ayuda financiera en el tercer pago de la subvención que tenemos ahora en vigor, es una ayuda única, coyuntural y que tiene como sentido socorrer al sector”, señala.
Actualmente, el sector accede a una ayuda agroambiental y a su juicio “esta ayuda que se diseñó en su día como una ayuda razonable para el apoyo al cultivo en condiciones normales, que se revise al alza porque las condiciones han cambiado y lo que ahora mismo tenemos son dos circunstancias completamente extraordinarias: en primer lugar, la existencia de un mercado a la baja, con unos precios que están completamente deprimidos; y en segundo lugar, la existencia de la plaga que está comiéndose literalmente las espigas de las plantas de lavanda y de lavandín”.
Creemos que la ampliación de al ayuda está justificada. Si realmente la lavanda tiene un valor añadido, como todo el mundo reconoce que sirve para el turismo, para más negocio en la hostelería y más visitantes a los campos, pues que se habilite una ayuda excepcional este año como socorro financiero del sector
Carrillo es poco optimista porque “la Consejería no nos dio buenas esperanzas. Supongo que habrá posibilidad de volver a hablar del tema y de que nos lo analicen con ojos positivos, pero hay que ser muy sinceros porque lo que nos dijo la viceconsejera es que no albergáramos esperanzas en relación con esto. La viceconsejera dijo que no es posible en base a lo que se prevé en los reglamentos comunitarios”.
Sin embargo, para este agricultor “la ampliación de la ayuda creemos que está justificada. Si realmente la lavanda tiene un valor añadido, como todo el mundo reconoce que sirve para el turismo, para que haya más más negocio en la hostelería, para que haya más visitantes a los campos, pues que en base a toda esa riqueza que genera la lavanda y de la cuales son autores los agricultores, que se habilite una ayuda excepcional este año como socorro financiero del sector”, argumenta.
Según recordó la viceconsejera hace unos días en una entrevista con AgroalimentariaCLM, el sector de la lavanda, además de esta ayuda agroambiental recibe una ayuda adicional de 43 euros por hectárea para aquellos lavandicultores que practiquen espacios de biodiversidad; y una tercera adicional que son las ayudas por sequía dentro de las ayudas que da la Comunidad Autónoma, no en las del Ministerio por este mismo concepto.
¿Cómo afecta la plaga en Castilla-La Mancha?
Por lo que respecta a la afectación de las plantaciones de Castilla-La Mancha por la plaga de gusano, Carrillo considera que “es muy dispar” y es difícil hacer un balance dado que la situación cambia en poco tiempo dado que “allá donde aterriza devasta totalmente la parcela”.
“En la provincia de Cuenca lo tuvimos hace siete años y las consecuencias fueron tremendas porque desaparecía prácticamente de toda la cosecha en una o dos noches. El efecto es completamente devastador”, asegura.
Actualmente se ha detectado afectación en la zona de Brihuega, en Cogollor, en Guadalajara, aunque “es prematuro hacer un balance porque esto puede cambiar a peor de la noche a la mañana, además todavía estamos en plena cosecha, y lo que evaluemos hoy seguramente no vale para mañana”.
“No sabemos dónde se instalará el gusano, pero la larva camina con mucha facilidad, las mariposas ponen los huevos con mucha facilidad y una vez instalados se comen la espiga que contiene la esencia en muy poco tiempo. Lo que estamos haciendo es acelerar las labores de siega para que no se produzca una mayor propagación”, asegura.
Para Abelardo Carrillo actualmente no hay más solución que adelantar las labores de cosecha porque “cuando ya está la propagación desarrollada es muy difícil atajarla. Sí que hay sistemas preventivos y hemos solicitado la colaboración de IRIAF ( Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal de Castilla-La Mancha) pero en el momento de la cosecha es muy difícil ya reaccionar con medidas preventivas. Estaremos al tanto para años sucesivos y espero que contemos con el aval del conocimiento que nos aporta el IRIAF, pero ahora hay que hay que reaccionar con lo que tenemos en estos momentos”, asegura.