La Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural Castilla-La Mancha ha reconocido cuatro nuevas uniones comerciales, que se unen a las seis existentes hasta el momento. Entre las 10, representan a cerca de 18.000 socios y cuentan con una facturación de 113 millones de euros de media al año.
Las cuatro nuevas agrupaciones de productores de la región, que agrupan a casi 4.000 socios y facturan más de 14 millones de euros, se dedican al sector de los frutos secos, el aceite o el vino. Se trata de Olinexo, integrada por Al Alma del Olivo y la Agropecuaria Ecológica Sierra de Alcaraz, de las provincias de Toledo y Albacete; Domo Pistacho, compuesta por las sociedades agrarias de transformación El Campo y Pistamancha de Villacañas (Toledo) y Manzanares (Ciudad Real); la Sociedad Cooperativa de segundo grado Óleo Vidabol, nacida de la unión de las cooperativas El Progreso y Campo de Calatrava, ambas en la provincia de Ciudad Real y, la Sociedad Cooperativa de segundo grado Casas de Ribera, en la que se integran la cooperativa Purísima Concepción de Casas de Fernando Alonso (Cuenca) y la cooperativa vitivinícola Santiago el Mayor de Minaya (Albacete).
El consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo, ha destacado el compromiso del Ejecutivo castellano-manchego con el sector agroalimentario, fomentando a través de estas convocatorias la agrupación de las cooperativas y empresas particulares del sector agroalimentario, para lo cual, cada nuevo proyecto contará con hasta 400.000 euros de ayudas para la comercialización conjunta de las producciones de las empresas que constituyen el nuevo grupo.
Con ello, se “redundará en una mayor capacidad de negociación en la cadena alimentaria y una mayor renta para los agricultores de la región”, ha dicho.
En la convocatoria de 2017 ya se constituyeron Hispánica de Comercialización, formada por cinco empresas de las provincias de Albacete y Cuenca; Manchuela Wines Group, que agrupa a seis cooperativas de las mismas provincias; Ontalba, integrada por dos empresas de Albacete y Vidasol, con cinco empresas agrupadas de Ciudad Real y Toledo. También Viñedos de Castilla-La Mancha, formada por diez cooperativas de Toledo y Nuestra Señora de la Muela y La Paz, integrada por dos cooperativas de Corral de Almaguer (Toledo).
De esta forma, en total, en Castilla-La Mancha se cuenta ya con una decena de agrupaciones de productores de las que seis pertenecen al sector del vino; tres al sector del aceite y una, al de frutos secos.