La Comisión Europea ha aprobado este martes la inclusión de la Cebolla de la Mancha en el registro de Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP), basada en las características de la cebolla tipo Recas, y en una calidad conferida por la zona de producción y las prácticas de cultivo.
Castilla-La Mancha es la zona de producción más importante de España, con una elevada demanda debido a las características específicas en cuanto a color, tamaño, textura y sabor. Y produce casi la mitad del total español.
El potasio, el magnesio y el calcio presentes en los suelos de la región son el origen del dulzor característico de la cebolla Cebolla de la Mancha.
Esta nueva denominación se añadirá a la lista de 1.610 productos agrícolas que ya figuran bajo este régimen de protección de la UE.
Un proceso largo
La tramitación de esta nueva figura de calidad empezó en septiembre de 2019 cuando la Asociación de Productores de Cebolla de Castilla-La Mancha solicita el registro del Pliego de Condiciones de esta IGP.
Según el pliego de esta nueva IGP, las cebollas que puedan llevar este distintivo tienen que producirse y manipularse en los siguientes municipios de Albacete: Almansa, Centro, Hellín, Mancha y Manchuela; de la provincia de Ciudad Real: Campo de Calatrava, Campos de Montiel y Mancha; de la provincia de Cuenca: Mancha Alta, Mancha Baja y Manchuela y de la Provincia de Toledo:La Mancha, La Sagra, Talavera y Torrijos.
El pliego establece hasta las labores que se deben llevar a cabo para el cultivo. Así señala, por ejemplo, que el cultivo de la cebolla en zona ‘Cebolla de La Mancha’ siempre es en regadío; la recolección se lleva a cabo cuando empiezan a secarse las hojas y el tronco de la planta se dobla, señal de haber llegado al estado conveniente de madurez. La recolección se efectúa de forma manual, mecanizada o mixta, siendo la primera la más utilizada ya que permite un manejo más preciso del bulbo, evitando golpes, y dando como resultado una mejor calidad en conservación de este tipo Recas de cebolla.
El pliego recoge también la tradición histórica de este cultivo en La Mancha. Y señala como el cultivo de la cebolla se conoce de antiguo en Castilla-La Mancha, de hecho sólo hay que fijarse en su toponimia, como el pueblo de Cebolla (Toledo), cuyo nombre según algunos autores, que recurren al archivo del Duque de Alba, procede de: “esta villa eran unos cebollares que se regaban con el arroyo que pasa por medio de la misma y que nace entre unas zarzas, y que por años sequísimos que han llegado nunca se ha visto seco, antes siempre con abundancia de agua, se llama este sitio valle de las cebollas, de donde vino la denominación de Cebolla.
Otro ejemplo que se refiere es el del pueblo de Recas (Toledo), que da nombre a la variedad de cebolla más característica de Castilla-La Mancha, la ‘Cebolla Recas’.