La localidad manchega de Villafranca de los Caballeros celebrará el próximo fin de semana sus jornadas dedicadas al azafrán, un cultivo muy arraigado en la localidad y la comarca.
Las Jornadas Azafraneras, que se celebran en la localidad desde el año 2013 coincidiendo con la época de floración, tienen como objetivo dar a conocer el proceso de recogida, monda y tueste del azafrán, así como la gastronomía, tradiciones y elementos culturales ligados a este cultivo familiar.
Como para muchos pueblos manchegos, el azafrán ha sido, desde el siglo XVI, un cultivo familiar que servía para complementar la economía de subsistencia de los jornaleros agrícolas. Una tradición que aún se mantiene aunque, desde que a finales de los años 90 se crease el Consejo Regulador de Denominación de Origen ‘Azafrán de La Mancha’, se ha ido profesionalizando y poniendo valor, también como atractivo turístico.
Por este motivo, el Ayuntamiento de Villafranca de los Caballeros, a través de las Concejalías de Turismo, de Agricultura y Medio Ambiente, organiza desde 2013, coincidiendo con la época de floración, sus Jornadas Azafraneras.
Actividades
Durante los días 30 y 31 de octubre y 1 de noviembre, se realizarán diferentes actividades para acercar la cultura del azafrán a locales y visitantes. La jornada comienza, cada uno de estos días, con una recepción en la Casa de Cultura, a las 9.30 horas, seguida de una charla informativa acerca del azafrán que se produce en Villafranca de los Caballeros y un desayuno centrado en este producto. Tras la charla, se visitan los azafranales.
Por la tarde, en el Aula de la Naturaleza de las Lagunas, se ofrecen demostraciones y talleres prácticos sobre la monda de la rosa y tueste de este producto.
Los establecimientos hosteleros se suman a la celebración de estas jornadas ofreciendo tapas elaboradas con azafrán.
El azafrán es un producto arraigado a la cultura, tradiciones y vida diaria de Villafranca de los Caballeros, según lo explica uno de los productores villafranqueros, Santiago Alberca. “Está presente hasta en el vocabulario y el argot cotidiano. En Villafranca es muy habitual utilizar la frase ‘echar el clavo’ cuando nos ofrecemos a ayudar a alguien desinteresadamente. Una frase hecha relacionada con el azafrán. Se echaba el clavo cuando se ayudaba a mondar sin pedir nada a cambio”, dice.