El envejecimiento de su base social, la masculinización y la falta de mujeres y jóvenes en la gerencia son algunos de los retos a los que se enfrenta el sector cooperativo agroalimentario de Castilla-La Mancha.
Así lo señala el estudio estadístico ‘El cooperativismo Agroalimentario de Castilla-La Mancha. Indicadores clave para comprender el modelo cooperativo en Castilla-La Mancha’, elaborado por Cooperativas Agroalimentarias Castilla-La Mancha con el objetivo de proporcionar una visión detallada del sector en la comunidad autónoma.
Castilla-La Mancha cuenta con 530 cooperativas agroalimentarias, lo que representa el 5’5% del sector industrial regional y el 26% de las industrias agroalimentarias castellano-manchegas.
El informe subraya la relevancia social y economía de las cooperativas agroalimentarias en Castilla-La Mancha, una región eminentemente rural, en la que en el 32’3% de sus 919 municipios cuenta con al menos una cooperativa agroalimentaria.
Sin embargo, “el número de personas socias ha bajado en los últimos años fruto del envejecimiento de la base social. Sigue siendo un sector muy masculinizado con un 71,8% de hombres al año 2022 frente a un 28,2% de mujeres”.
Además ,“ la composición de mujeres en los puestos de liderazgo en cooperativas, así como el de jóvenes aún sigue siendo muy bajo. Los órganos de gestión de las cooperativas aún distan mucho de tener personas que lideren desde la gerencia. Solamente 125 cooperativas tienen gerente al frente de las mismas (22% del total), con solamente 16 mujeres y un incremento notable del número de jóvenes”, señala el informe.
Así, el estudio apunta que “el modelo cooperativo afronta un gran reto en cuanto a su sostenibilidad social. En los últimos 5 años el número de socios mayores de 65 años se ha incrementado en más de 10.000 personas, mientras que las personas comprendidas en edades entre 46 y 65 años han disminuido en más de 11.000 personas. En el año 2018 por cada 100 personas socias mayores de 65 años que se retiraban, apenas había un relevo de 2,8 personas menores de 35 años. Al año 2022 esta cifra ha empeorado, con solamente 2,4 personas menores de 35 años por cada 100 personas mayores de 65 años”.
A juicio del director General de la organización, Juan Miguel del Real, “este estudio nos ofrece datos objetivos sobre la importancia estratégica que tiene el cooperativismo agroalimentario en una región como Castilla-La Mancha, netamente rural y dependiente del sector primario. Las cooperativas agroalimentarias han demostrado una gran capacidad de adaptación al ser capaces de seguir generando valor y empleo en la región de manera constante a pesar de las crisis económicas habidas en las últimas décadas. Los datos del estudio demuestran la fortaleza del modelo cooperativo y su solidez empresarial, si bien, de la misma manera, también muestran los retos más importantes que deben abordarse en los próximos años para que el cooperativismo siga manteniendo su posición, en especial, la necesidad de abordar el relevo generacional en nuestras bases”.
Motor económico
El informe también pone de relieve que las cooperativas son motor económico y social del medio rural al agrupar a un colectivo de 157.481 personas socias que actualmente conforman la gran familia del cooperativismo agroalimentario regional, de las cuales 113.037 (71’8%) son socios hombres y 44.444 (28’2%) son mujeres. En términos absolutos, el 10’5% de la población en edad de trabajar, es socia de una cooperativa agroalimentaria.
Las cooperativas generan valor en el medio rural pues no en vano son uno de los principales motores de creación de empleo estable, de calidad e inclusivo, con un total de 6.379 empleos directos y 157.481 indirectos. Además, el 61’4% de los empleados en cooperativas de primer grado y sociedades agrarias de transformación tienen un contrato fijo, cifra que se eleva al 71’9% en cooperativas de segundo grado.
Las cooperativas agroalimentarias de primer y segundo grado, junto a las sociedades agrarias de transformación, representan el 26’1% de las 2.117 empresas agroalimentarias y de bebidas registradas en Castilla-La Mancha, y el 5’5% del total industrial regional que asciende a un total de 10.081 empresas.
El modelo cooperativo en Castilla-La Mancha representa el 46’3% del valor total de la producción agraria y el 4’4% de la nacional. Además, el crecimiento interanual del modelo cooperativo es del 3’2%.
También el modelo cooperativo de Castilla La Mancha en el año 2022 ha batido récord en facturación con 2.272,9 millones de euros en cooperativas de primer grado y SAT y 486 millones de euros en cooperativas de segundo grado. En total, 2.758,9 millones de euros, un 17’1% más que en el año anterior.