La escasez de paja pone en peligro la supervivencia del ganado en las explotaciones de vacuno y ovino

Los altos precios y la escasez de un producto tan básico para el sector ganadero están poniendo en peligro la supervivencia de animales que necesitan este subproducto de los cereales para poder alimentarse. Esta situación está causando estragos en las explotaciones, con especial incidencia en las de ganado de vacuno de carne y ovino.

La escasez de paja y forraje para alimentar al ganado se está convirtiendo en una gran preocupación para ganaderos como Elsa García, propietaria de una explotación de vacuno de carne en Parrillas (Toledo), que señala como los ganaderos “están sacrificando animales porque la paja es necesaria, por ejemplo, en vacas, si no comen paja se ‘embasquillan’, cogen unos parásitos en el intestino y se mueren”. En argot ganadero, ‘embasquillar’ hace referencia a una inflamación del hígado que causa la muerte del animal, por eso es necesaria la paja para digerir el pienso.

La situación es consecuencia de la escasez de este producto debido a las malas cosechas de cereales de los últimos meses a causa de la sequía que ha afectado a todo el país. La paja es un subproducto de la siega de los cereales, la parte que corresponde al tallo del cereal se transforma en la paja, que se utiliza dependiendo de su calidad para complementar el alimento de animales que comen pienso como vacas y ovejas o para las camas de los animales, y en el caso de la agricultura, para el champiñón.

Según esta ganadero, “debido a la sequía no se está cosechando mucha paja, ese es el problema, lo que lleva a que haya mucha especulación”.

Actualmente los ganaderos la están pagando al triple de lo que la pagaban el año pasado. Así, en la lonja de Toledo, por ejemplo, es un producto que no deja de subir de precio. En la última reunión de mayo, la paja cotizaba a 120 euros/tonelada, 20 euros más que una semana antes, mientras que a finales de marzo, la paja estaba cotizando a 60 euros.

“Nunca hemos tenido este problema, España tiene abastecimiento suficiente para los animales”, señala. Actualmente dice que los suministradores de paja no te aseguran el producto y ni siquiera te dan precio, ya que de un día para otro puede subir. “A lo mejor llamas hoy y te dan el precio de hoy, pero es que de hoy para mañana te piden 20 ó 30 más”.

“Yo ahora mismo tengo problemas. Nosotros llevamos comprando la paja al mismo suministrador de Segovia los últimos 15 años, y ahora me dice que no puede traer porque él no la encuentra y te da un precio hoy y mañana otro porque ha subido”, asegura.

“Ahora lo que hago es encontrar lo que puedo, pagando lo que te piden y ya está. Y la verdad sacrificar reses, toda la que tiene alguna deficiencia”, señala.

El sector del champiñón, también afectado

Otros sectores también están afectados por la escasez de paja. La cooperativa Champinter, de  Villamalea(Albacete) ya advertía hace semanas de que los precios de la paja complican la viabilidad del cultivo del champiñón ya que la producción de este hongo depende de la paja, para la elaboración de compost.

El presidente de la cooperativa albaceteña, Elías Olmeda, detallaba que se dan varias circunstancias para esta situación: sequía, guerra en Ucrania, precios de combustibles y energía, principalmente gas, que está motivando que se destine más subproductos como la paja a la generación de energías renovables.

Además, los países de Oriente Medio han incrementado la compra de paja para alimentar a sus animales. Otro factor es que el transporte de la paja antes era más complejo, pero actualmente se prensa y se pueden transportar miles de toneladas vía marítima.

Elías Olmeda va más allá y señala que hay otra amenaza: la nueva normativa que prohíbe y reduce el uso de plásticos, lo que significará que los fabricantes de este tipo de envases mirarán hacia la paja para fabricarlos de cartón, ya que la paja contiene celulosa y es válida para este tipo de embalajes.

Precisamente, el presidente de la organización agraria ASAJA, Pedro Barato, abundaba hace unos días en que uno de los problemas es la utilización de la paja para la producción de energía a partir de biomasa y pedía al ministro de Agricultura, Luis Planas, que la paja deje, de forma temporal, deje de tener este destino y vaya dirigida a paliar la carestía de alimento que sufre el ganado como consecuencia de la sequía.