El Espárrago Verde de Guadalajara ya es Indicación Geográfica Protegida

El Diario Oficial de la Unión Europea ha publicado hoy el Reglamento de Ejecución (UE) 2024/1887, de la Comisión de 2 de julio de 2024, por el que se inscribe la Indicación Geográfica Protegida ‘Espárrago Verde de Guadalajara’ en el Registro de Denominaciones de Origen y de Indicaciones Geográficas Protegidas, según ha confirmado el Gobierno regional en una nota de prensa.

La solicitud fue presentada en noviembre de 2022 por la Asociación ‘Espárrago de Guadalajara’, que se constituyó en enero de 2018 como asociación sin ánimo de lucro.

Los ‘Espárragos Verdes de Guadalajara’ son espárragos obtenidos a partir de turiones verdes, tiernos, sanos y limpios, de esparragueras ‘Asparagus officinalis L.’, subespecie genéticamente diploide F1. Se destina al consumo en fresco o procesado, libres de plagas y enfermedades, libres de daños mecánicos, sin daños meteorológicos, limpios de tierra y lavados, con una curvatura que no supera el 30 por ciento en su tercio apical con respecto a la vertical, con la cabeza cerrada y sin ningún tipo de ramificación o floración.

La zona de producción comprende 44 municipios de la parte occidental de la provincia de Guadalajara, ubicados entre las comarcas de la Sierra, la Campiña y la Alcarria Alta.

En la actualidad, la IGP cuenta con 25 operadores que reúnen unas 550 hectáreas de plantación de espárrago verde dentro de los límites de la IGP y una producción entre 2,5 y 3,0 millones de kilos.

En cuanto a las temperaturas de los meses de producción, son relativamente bajas, hecho que hace que la tasa de crecimiento del espárrago sea lenta, lo cual favorece una mayor concentración de sólidos solubles y un pH entre 5.7 y 5.9.

Del mismo modo, el frío invernal y la incidencia de heladas tardías hace que las reservas de hidratos de carbono, proteínas y minerales existentes en todo el conjunto raíz-rizoma de la planta no se consuman y queden disponibles para su traslocación a los nuevos espárragos en mayor proporción que en los producidos en climas más templados.

Los nutrientes presentes en el suelo, asociados a las tradicionales prácticas relativas a la fertilización del cultivo y los característicos factores agroclimáticos de la zona, hacen que el sabor de estos espárragos sea intenso, jugoso, muy poco fibroso, con notas dulces y amargas, con un sabor prolongado debido a las concretas concentraciones de sólidos solubles, sales, ácidos orgánicos y demás compuestos bioactivos.