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La evolución de la superficie de cultivos en Castilla-La Mancha refleja las consecuencias de la guerra de Ucrania

Girasoles

Pilar Virtudes

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La evolución al alza de la superficie destinada a cultivos de girasol y colza en Castilla-La Mancha y también en el total español en 2022 con relación a 2021 refleja las consecuencias de la guerra de Ucrania.

Según los datos ofrecidos por la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivo de España (Esyrce), publicada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, los cultivos industriales son el grupo de cultivo que más aumenta porcentualmente la superficie en 2022. Girasol y colza aumentan en más de 200.000 hectáreas en el total español, mientras que en Castilla-La Mancha la superficie de girasol pasó de 131.240 hectáreas en el año 2021, a 174.000 hectáreas en el año pasado; mientras que en la colza la superficie ha pasado en la región de 10.500 hectáreas a 121.656 hectáreas.

La guerra de Ucrania puso de manifiesto la gran dependencia que Europa tiene de algunos de los cultivos que se producen en este país, como el girasol destinado a la elaboración de aceite y la colza, hasta el punto de que en las primeras semanas de la guerra se produjo el desabastecimiento de los mercados. Finalmente, la Unión Europea autorizó el uso de barbechos para de poder usar esta superficie agrícola para así garantizar el suministro de  estos alimentos que escaseaban en el mercado, debido a la guerra en Ucrania.

En la región también aumentan las forrajeras, en contra de lo que ocurre a nivel nacional que se registra un pequeño descenso, y pasa de las 59.500 hectáreas en 2021 a las más de 69.000 que se han contabilizado el año pasado.

Leñosos

Otras de las características del pasado año es el progresivo aumento de los cultivos leñosos, especialmente pistacho y almendro, y descensos en los tradicionales como viedo y olivar que descienden levemente, tanto a nivel nacional como regional, prácticamente todas las especies del grupo, exceptuando viñedo, olivar y otros leñosos.

Así, en Castilla-La Mancha el que más aumenta es el cultivo del pistacho que pasa de las 44.846 hectáreas de 2021 a las 54.000 de 2022, lo que supone un 20% de aumento. También sube el almendro pasando de las 154.000 hectáreas a las 158.000 que se contabilizaron el pasado año.

Por lo que respecta al viñedo en la región, desciende pasando de las 459.000 hectáreas de 2021 a las 453.000 que se han contabilizado el pasado año.

En el olivar, los datos también son a la baja, pasando de las 449.334 hectáreas a las 446.000 de 2022.

Superficie cultivable estable

En líneas generales, la superficie dedicada a tierras de cultivo en España se mantuvo estable en 2022, con un total de 16.830.738 hectáreas, apenas un 0,42 % menos que en el año anterior, según los datos provisionales de la encuesta. Del total de esta superficie, 11.309.264 ha corresponden a tierra arable, 5.375.463 ha a cultivos leñosos y 146.011 ha a otras tierras de cultivo.

La superficie de tierra arable incluye los cultivos herbáceos y los barbechos. Los cultivos herbáceos, al igual que el barbecho, han descendido su superficie por el decremento de cereales y hortalizas, fundamentalmente. En contraposición, destaca el aumento en un 22 % de la superficie de cultivos industriales respecto al 2021, donde se encuadra el incremento de superficie de girasol y colza.

En el grupo de los cereales en general, se produce un descenso en su conjunto del 3,64 %. Salvo el trigo, desciende la superficie de todos los cereales de invierno.

Las leguminosas grano son, junto con los cultivos industriales y los tubérculos, el grupo de cultivos herbáceos que aumenta su superficie respecto al año anterior. Destaca el incremento de lentejas, yeros y judías secas. Le siguen los guisantes secos y la veza grano. Por el contrario, el altramuz pierde más del 76 % de la superficie respecto a 2021, pasando a niveles de años anteriores tras el fuerte incremento de las últimas campañas. 

Sin embargo, los cultivos de regadío muestran un fuerte descenso como consecuencia de la sequía sufrida. El tomate de industria pierde más del 41% de la superficie respecto a 2021, que junto con la remolacha azucarera y el algodón representan un descenso de cerca de 25.000 ha.

En el grupo de las plantas forrajeras, la superficie total desciende un 0,87% destacando la alfalfa, el maíz forrajero y otras con destino forrajero, entre las que se encuentran remolacha y nabo, coles y berzas y otras plantas de escarda. Tan solo la veza forrajera y otros cereales para forraje aumenta la superficie respecto al pasado año.

El grupo de hortalizas y flores es el que más desciende dentro de los cultivos herbáceos, con un 8,86 % de decremento respecto a 2021.

Las tierras de cultivo en barbecho manifiestan un ligero descenso en su conjunto de un 2,01 % respecto a 2021. 

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