La globalización ha afectado en las exportaciones de vino. Actualmente, España exporta más del doble del vino que se consume en el propio país y si “cada vez hay más consumo en lugares diferentes del sitio de producción, el mercado español tendrá que preguntarse cómo hacerlo”.
Así lo ha expuesto el Director General del Observatorio Español del Mercado del Vino, Rafael del Rey, que ha resaltado que desde 2009 se ha producido una “variabilidad entre las producciones que al no tener elementos de regulación, se traslada a los mercados”.
En el caso de España, ha apuntado que “se está viendo cómo los precios suben”, algo que está reflejado en la cantidad de consumo porque “el consumidor español es extremadamente sensible a la subida de precios”.
Durante el año 2019, España llegó a consumir 11 millones de hectólitros de vino mientras que, durante la pandemia, la cifra bajó hasta los 2 millones. En 2022, aumentaron los precios a la vez que cayeron las ventas, un 3,6% de euros frente al 11,8% menos de litros.
Para el experto, la gran característica del vino a nivel mundial es su globalización: “el vino en una gran medida lo consume gente que se acerca al vino de forma diferente a lo que lo hacemos nosotros”.