El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán, se ha mostrado preocupado por el hecho de que la imposición de aranceles por parte de China a determinados brandys originarios de la Unión Europea, decisión tomada en respuesta a los aranceles de la UE al coche eléctrico chino, no suponga la escalada de una guerra comercial en la que “la moneda de cambio siempre son las producciones principalmente agroalimentarias”.
El brandy de Jerez tiene hondas raíces en La Mancha ya que el licor base para la elaboración de estos licores se produce en las destilerías de Tomelloso. Esta medida afecta especialmente a tres bodegas españolas como son Osborne, Fundador y Miguel Torres, que venden sus brandys en el mercado chino, a las que se la aplicará un arancel del 34,8% a partir de este viernes. Tanto Osborne como Fundador mantienen destilerías en Tomelloso, donde, a partir de uvas principalmente de la variedad manchega por excelencia, la blanca airén, elaboran el vino que una vez destilado será la base de los brandies jerezanos.
Martínez Lizán, a preguntas de los medios, ha señalado que “cualquier guerra comercial con cualquier país o en otros entornos siempre es perjudicial”, apuntando que “solo el anuncio” de estas decisiones “ya es un perjuicio”, pero espera que “solo quede en el anuncio y que no tenga mayor evolución”. “Obviamente nos preocupa”, ha reiterado.
En todo caso, ha manifestado que confían en que haya “una respuesta contundente y ágil” para que los aranceles “no lleguen a aplicarse en ningún momento” y “sobre todo” que haya “herramientas de protección para que, si hubiese algún perjuicio o alguna afección a los productores y las empresas, que puedan estar protegidos y amparados por quien nos tiene que defender, que en este caso es la Unión Europea”.
Osborne
Precisamente Osborne ha calificado de “desproporcionada” la medida anunciada por el Ministerio de Comercio de China de imponer desde este viernes medidas antidumping provisionales sobre las importaciones de determinados brandys originarios de la Unión Europea, revirtiendo así la decisión de finales del pasado mes de agosto, cuando había descartado fijar aranceles sobre las importaciones de licor procedentes de los Veintisiete.
“En Osborne lamentamos profundamente la decisión del Ministerio de Comercio de China de imponer un depósito del 34,8% sobre las importaciones de brandy de origen europeo, una medida que consideramos desproporcionada”, ha reconocido el director de internacional de Osborne, Jaime Fernández, en declaraciones a Europa Press.
Fernández ha reconocido que esta nueva situación “afecta de manera significativa” a sus operaciones en el mercado chino, así como a “otros productores europeos de renombre”.
“Entendemos que esta medida es parte de una respuesta comercial más amplia, pero confiamos en que se puedan alcanzar acuerdos entre las autoridades europeas y chinas para evitar que esta situación perjudique tanto a los consumidores como a los negocios en ambos lados”, ha subrayado.
China es uno de los principales mercados internacionales en los que Osborne tiene presencia y donde opera no sólo con sus vinos y brandys, sino también con otros productos como su jamón ibérico de bellota Cinco Jotas.
“Seguimos comprometidos con el mercado chino, que valoramos enormemente, y esperamos que estas barreras temporales sean resueltas de manera equitativa y en el menor tiempo posible”, ha deseado el director de internacional de Osborne.
La destilería del Grupo Osborne en Tomelloso se ha dedicado a la obtención de holandas, aguardientes y destilados a partir de vino de uva en su mayoría de la variedad airén, la materia prima necesaria para los brandies elaborados por Bodegas Osborne.