Incarlopsa, compañía castellanomanchega líder en la producción y elaboración de productos cárnicos porcinos, cuenta ya con cámaras de videovigilancia en su matadero situado en Tarancón (Cuenca) desde abril de 2020, más de un año antes de que se regule su instalación en España mediante Real Decreto, cuya aprobación está prevista para finales de 2021, y tres meses antes de que la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición dependiente del Ministerio de Consumo sometiera a exposición pública el proyecto.
Según ha señalado la compañía, la compañía ha dotado a sus instalaciones con la tecnología necesaria para facilitar un control absoluto de cada animal, antes incluso de que sea obligatorio por ley.
Incarlopsa inició la instalación de cámaras de videovigilancia en junio de 2019, cuando las introdujo en la zona de recepción y descarga de los animales, y finalizó el proceso en abril de 2020, cuando incorporó este tipo de dispositivos al resto de dependencias de la instalación donde el animal está vivo. Así, hay cámaras de videovigilancia instaladas en todo el recorrido que realiza el cerdo hasta que es sacrificado.
El sistema de vídeovigilancia instalado en el matadero de Incarlopsa está compuesto por un circuito cerrado de televisión y un sistema para la grabación, almacenamiento, recuperación, reproducción, transmisión y copia de las imágenes, registrando la fecha, hora y ubicación de las grabaciones tomadas.
Cuando finalmente se apruebe el Real Decreto elaborado por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, España podría convertirse en el primera país de la Unión Europea en contar con una regulación legal específica sobre la instalación de sistemas de videovigilancia en sus mataderos, reforzando la posición de referencia del sector porcino español. Otros países de la Unión Europea ofrecen la opción voluntaria de instalarlos y solo Reino Unido lo tiene implantado por ley.