Vinculado a la provincia de Cuenca por su cuñado, natural de la localidad conquense de Salinas del Manzano, el chef con tres estrelas Michelin, Javier Torres (Barcelona, 1970), confiesa a Las Noticias de Cuenca que cuando supo de la elección de Cuenca como Capital Española de la Gastronomía 2023 le hizo “una ilusión tremenda”.
Y es que, según detalla, a Cuenca no solo le une su cuñado, sino también el hecho de que desde hace mucho tiempo su hermano gemelo, Sergio, y él trabajen con el ceramista conquense, Fernando Alcalde, que se encarga de “vestir” las mesas de su restaurante en Barcelona ‘Cocina Hermanos Torres’, con el que consiguieron la máxima distinción de la Guía Michelin.
“Es todo un crack, con una sensibilidad tremenda y eso se nota en su trabajo”, de ahí que la vajilla de su restaurante, al que llaman “la nave de los sueños”, lleve el sello del artesano conquense.
Dos circunstancias éstas que han hecho que Javier Torres haya tenido la oportunidad de visitar Cuenca y provincia e ir descubriendo poco a poco esta tierra, su gastronomía y, por supuesto, sus gentes; algo, en su opinión, muy importante. De hecho, asegura que “en Cuenca te acogen muy bien, como si estuvieras en tu segunda casa”.
Gastronomía conquense
A raíz de esas experiencias vividas estos últimos años en esta tierra, no es de extrañar que el televisivo cocinero catalán no dude en aseverar que “esta ciudad tenía más que merecida la Capitalidad Española de la Gastronomía”.
Y es que, desde su punto de vista, la cocina conquense ha evolucionado bastante, de ahí que sea rotundo a la hora de señalar que “me fascina venir a Cuenca porque se come muy bien”.
Recuerda que, en sus visitas a Salinas del Manzano, siempre pregunta por un buen restaurante, dejando claro que no le importa a cuántos kilómetros se encuentre, porque “donde hay un buen restaurante, allí voy, y me vale cualquier tipo de cocina, pero si es popular, mucho mejor, con carnes de caza, escabeches, etc.”.
Tiene claro que la conquense es “una gastronomía con personalidad”; algo, en su opinión, “difícil de conseguir y con eso digo muchísimo”, remarca.
Productos propios
Una personalidad que, desde su punto de vista, se ve reforzada con unos productos y materias primas propios de mucha calidad y con toda una cultura en torno a ellos que refuerzan esta cocina y que hacen que “aquí se pueda comer muy bien”, indica.
Reconoce abiertamente que son muchos los productos agroalimentarios conquenses que le gustan, desde las carnes de caza y el azafrán hasta el ajo, los vinos o las verduras de invierno, que “no sé si será por el frío de aquí, pero están superbuenas”, destaca.
Y es que, según recuerda, “por ejemplo, el otro día me comí una col de Cuenca que era excepcional e increíble. De verdad, me pareció impresionante”.
No es de extrañar, en consecuencia, que se manifieste abiertamente como un férreo defensor del producto de cercanía, el de kilómetro cero.
Y es que desde su punto de vista estas materias primas son “muy importantes” para la cocina, entre otros motivos, porque “estás consumiendo de tu tierra, son productos de temporada y, por lo tanto, más económicos, sin olvidar, por supuesto, su extraordinaria calidad”.
La cocina española
Es de la opinión de que la gastronomía española está viviendo en la actualidad un “grandísimo momento”. Pero no se queda ahí y llega a aseverar, además, totalmente convencido que “va a ser mejor todavía”.
Un futuro inmediato de la gastronomía de este país más que prometedor, a tenor, a su juicio, “de la excelente generación de jóvenes cocineros con que contamos”.
Para él, “hay chicos y chicas que lo están haciendo superbién, de ahí que sea de la opinión de que lo mejor está por llegar”. Y es que, tal y como subraya, “hay muchísimo talento y, cada vez, más joven”. Es por ello que considera que “esto va a dar un largo camino a la gastronomía española”.
Aunque es claro a la hora de afirmar que “no es fácil hacerse un nombre en el exigente mundo de la gastronomía”, cree, sin embargo, que “no hay techo”.
Eso sí, desde su punto de vista, algo fundamental en esta profesión, si se quiere triunfar, es que “la cocina sea una pasión para ti y, por supuesto, tienes que saber caerte y levantarte bastante rápido, sin olvidar el ser muy constante y, sobre todo, rodearte de talento”.
Y es que el chef catalán considera “algo clave y crucial el hacer equipo”. Un equipo que, en su opinión, no se debe limitar a “rodearte de buenos cocineros y camareros”, sino que debe ir más allá y también incluir en él, por ejemplo, un buen gestor, “gente que te ayude a ver las cosas que no llegas a verlas por la absorción de tu negocio”. A ello se suma, según dice, la importancia de rodearte de amigos, en especial en los inicios, porque “si no estás bien acompañado, pueden ser más difíciles aún”, concluye.