María Morales, de MasterChef 9, se une al Instituto de Cultura Gastronómica de Castilla-La Mancha

María Morales Martínez, tercera finalista de la novena edición de Máster Chef, el talent show producido por RTVE en colaboración con Shine Iberia, formará parte del Consejo Asesor Gastronómico del Instituto de Cultura Gastronómica de Castilla-La Mancha (ICGCLM). Su ingreso, que aprobó en su momento la Junta Rectora, se ha materializado en una cena celebrada para la ocasión con miembros del Instituto en un restaurante de Tomelloso. El menú, diseñado y ejecutado por el chef Rubén Sánchez Camacho, quiso ser un homenaje a la despensa castellano manchega con la perspectiva moderna del cocinero.

Durante la cena, el presidente del ICGCLM, el profesor de la UCLM Antonio Mateos, destacó la capacidad de María Morales para trasmitir emoción por su tierra (Tomelloso) y defender la buena cocina.

Por su parte, la tomellosera subrayó la importancia de difundir las bondades de los productos y la cocina regional y favorecer su mejor conocimiento.

Morales estudió el grado de Turismo y estuvo trabajando 3 años y medio en un hotel de cuatro estrellas madrileño. Realizó el Máster universitario en formación del profesorado de educación secundaria obligatoria y bachillerato, formación profesional y enseñanza de idiomas en la especialidad de hostelería y turismo, con la idea de ser profesora de grados medios o superiores de formación profesional.

Con su integración en el Consejo Asesor Gastronómico del Instituto, María Morales se une así a un amplio listado de profesionales del mundo del vino, la cocina, los productos agroalimentarios y periodistas. Entre las últimas incorporaciones destacan el cocinero Jorge Maestro del restaurante Nola (Guadalajara), Enrique García Tenorio, director de la DO Montes de Toledo; la periodista ciudadrealeña de El Español María Peral; el gerente de la DOP Azafrán de la Mancha, Pedro Pérez y la enóloga conquense Rosalía Molina.

El Instituto de Cultura Gastronómica regional es la única institución gastronómica reconocida en Castilla La Mancha por la Real Academia de Gastronomía española (RAG). En su composición interna no hay cocineros, ni bodegueros, ni empresarios vinculados con el mundo de la gastronomía o los productos agroalimentarios para asegurar así la trasparencia y evitar conflictos de intereses.