Miles de agricultores provenientes de todas las zonas olivareras de España, entre ellas Castilla-La Mancha, se manifestarán este jueves 10 octubre en Madrid con el apoyo ASAJA, COAG, Cooperativas Agro-Alimentarias y UPA. Bajo el lema ‘Precios justos para un olivar vivo’ comparten un objetivo: exigir un cambio en el mercado que les permita lograr precios justos para sus explotaciones y garantizar así el futuro del olivar en España.
La marcha, que se iniciará en la Puerta de Alcalá, recorrerá las calles de Madrid desde las 11:30, para terminar en la Glorieta de Atocha, donde se ubica la sede del Ministerio de Agricultura, donde se leerá un manifiesto de diez puntos en los que se piden entre otras cosas precios justos, revisión completa del sistema de almacenamiento privado, establecimiento de normas de autorregulación del mercado, medidas en la PAC para el manteamiento del olivar tradicional y perseguir actuaciones que vulneren las normas de competencia y mejorar la transparencia en la formación de precios del aceite.
Miles de olivareros están organizándose y sumándose a los cientos de autobuses que desde Andalucía, Extremadura, Murcia, Aragón, Comunidad Valenciana, Cataluña y La Rioja partirán en la madrugada del jueves hacia Madrid. Desde Castilla-La Mancha, las organizaciones también han puesto a disposición de los manifestantes medios para poder acudir.
Así la Unión de Pequeños Agriculturas, ha celebrado asambleas informativas donde se ha informado a los agricultores, ganaderos y personas que quieran participar pueden dirigirse a cualquier oficina de la organización agraria y en las cooperativas.
Del mismo modo, las organizaciones provinciales de ASAJA facilitan a sus socios autobuses para desplazarse desde diferentes puntos de la región. Así, ha confirmado a AgroalimentariaCLM que el jueves saldrán 39 autobuses de diversos puntos de la región hacia Madrid, además de numerosos olivareros que se desplazarán con sus vehículos. En total, han calculado 3.500 personas por parte de esta organización.
Aranceles de Trump
La amenaza del Gobierno de Trump de subir los aranceles un 25% a varios productos agroalimentarias, entre ellos, el aceite de oliva, agrava la situación. Los organizadores apelan a las Administraciones: “Todas tienen que ponerse manos a la obra para resolver esta crisis”, que además ahora se ve agravada por guerras comerciales “ajenas al sector” pero con efectos que se prevén “muy dañinos”.
El secretario general de la organización agraria ASAJA en Castilla-La Manca, José María Fresneda, explicaba hace unos días que, ante el nuevo orden de comercio internacional, España y Europa deberían replantearse el sistema de protección de los productos españoles, de tal manera que, ante las decisiones políticas internacionales, los agricultores y ganaderos no se vieran perjudicados. En este sentido pedía que “la protección del aceite de oliva y de todas nuestras producciones, sea una cuestión de estado”.
Los precios siguen bajos
Los convocantes han señalado que en un contexto en el que la demanda crece por encima de la oferta, se ha experimentado una caída de un 44% del precio en origen del aceite de oliva durante el último año (de 3,53€/kg en junio 2018 a cotizaciones por debajo de los 2 euros/kg en la actualidad, claramente por debajo de los costes de producción, 2,75€/Kg). Por ello consideran que la crisis de precios no obedece a razones objetivas de mercado.
En la última semana desde el 3 al 9 de octubre, según el sistema POOLred, el aceite de oliva lampante está a 1,935 €/kg, el aceite de oliva virgen a 1,975 €/kg y el aceite de oliva virgen extra a 2,117 €/kg.
Las organizaciones agrarias han puesto de manifiesto una situación que no se entiende sobre todo cuando la campaña de prevé más corta que la anterior. Así, Elisa Fernández, secretaria general de UPA Toledo, señalaba que es “una situación dramática, complicada, muy grave. Los agricultores no entendemos estos precios en origen cuando la campaña se prevé más corta que la del año anterior y de una calidad buena”.
En el mismo sentido, el secretario general técnico de ASAJA, Arturo Serrano, subrayaba en Toledo que la crisis de precios que sufre el aceite de oliva responde a movimientos especulativos, pues “se daban las condiciones de mercado para que el precio se mantuviera, al menos, como el del año pasado, y no sufrir un descenso del 43% con respecto a la media de las últimas dos campañas. Tenemos una producción récord en España, pero no así en el contexto internacional, donde nuestros principales países competidores, como Italia, Grecia o Portugal, han reducido sus producciones y, por consiguiente, han aumentado las exportaciones españolas. Es decir, la demanda y la oferta se han mantenido estables”. Sin embargo, ha denunciado Serrano, “grandes grupos industriales han aprovechado el argumento de la gran producción española para realizar operaciones a un bajo precio y desestabilizar al mercado”.