La Lonja Agropecuaria de Toledo ha analizado, en el transcurso de su Asamblea General, la evolución del mercado cerealista durante 2023, un año marcado por la pésima cosecha provincial y nacional, situación que no se ha reflejado en el precio del grano, que ha experimentado un descenso del 26% desde enero a diciembre. La causa de esta bajada obedece, principalmente, a la importación masiva de cereal.
El cultivo de herbáceos en Toledo ha sido castigado duramente por la sequía, con zonas en las que se ha dejado mucha superficie sin cosechar y en otras (las tierras más aptas para el cultivo) con rendimientos muy bajos y parcelas que se cosecharon en verde para aprovechamiento animal. El resultado ha sido una cosecha un 80% inferior a la del año pasado.
Sin embargo, la falta de grano se ha suplido con la entrada de producto internacional por los puertos españoles. Como consecuencia, la rentabilidad del agricultor ha sufrido tanto por la falta de producción como por el precio recibido.
En cuanto al pienso para alimentación animal, aunque el precio final ha bajado con respecto al año pasado, el descenso no se ha producido en el mismo porcentaje que los cereales que lo componen, principalmente porque el coste de la soja, otro nutriente importante en su composición (sobre todo en la de los destinados al porcino), ha experimentado grandes fluctuaciones a lo largo del año, con cotizaciones casi siempre al alza.
La Asamblea ha contado con representación institucional. La delegada provincial de Agricultura, Elena Martín, y la diputada de Medio Ambiente, Agricultura y Ganadería, Marina García, han asistido a los actos de apertura y clausura, respectivamente, y han podido conocer de primera mano el funcionamiento de la mesa de precios de la Lonja.
La Mesa de Cereales de la Lonja Agropecuaria está integrada por ASAJA Toledo, en representación de los agricultores, y por cooperativas de pienso formadas por ganaderos.