La Asociación Interprofesional de la Carne de Caza (Asiccaza) ha pedido al Gobierno central que se aplique a este sector una fiscalidad reducida y ayudas al almacenamiento privado y a la promoción de los productos de la carne de caza ya que este sector también se está viendo muy afectado por la caída del consumo como consecuencia de la crisis sanitaria.
Ese colectivo se suma así a otras sectores, principalmente de carne como el ovino, el caprino y el cerdo ibérico que también están demandando este tipo de medidas.
Así, este colectivo ha remitido una carta a la ministra de Economía y Hacienda, María Jesús Montero, y al ministro de Agricultura, Luis Planas en el que la entidad reclama que adopten medidas que permitan dinamizar el sector de la carne de caza una vez que se supere la actual situación.
En primer lugar, la Asociación propone una fiscalidad reducida para la comercialización de productos cárnicos y servicios relacionados con la actividad cinegética con un objetivo claro: permitir la supervivencia de las empresas y el mantenimiento de muchos puestos de trabajo que dependen de este sector. Dentro de estas medidas solicitadas se incluye la aplicación de un IVA reducido para el sector de la carne de caza, de modo que el precio de venta al público de estos productos llegaría al consumidor a un menor precio, haciendo más competitiva esta carne y más accesible para el conjunto de la sociedad.
Igualmente se han solicitado ayudas directas a los industriales de la carne de caza para hacer frente al almacenamiento privado hasta pasada la situación actual y retorne la normalidad en la cadena de suministro, para su comercialización en el mercado nacional y de la UE.
El colectivo explica que la prohibición de los movimientos de personas y de cualquier tipo de actividad cinegética ha supuesto un impacto tremendo en la actividad habitual de las empresas productoras y las industrias transformadoras. Así, a pesar de que es muy posible que cuando empiece la temporada de caza en parte se haya restituido la normalidad, este sector tendrá que afrontar los efectos diferidos de esta crisis.
Actualmente las empresas que trabajan en la producción y transformación de la carne de caza se están encontrando ya con dificultades a la hora de asumir los vencimientos de pólizas de crédito y de soportar gastos de personal sin disponer de ingresos, el bloqueo de las ventas en España y en el mercado internacional, problemas de almacenamiento, paralización de venta de puestos y cacerías…