Los agricultores de la región han trasladado al Gobierno regional la necesidad de dar una protección a la lenteja que se produce en Castilla-La Mancha, que además, “es uno de los elementos fundamentales dentro de la dieta más saludable del mundo”, la Dieta Mediterránea, según la Organización Mundial de la Salud.
Es por ello que el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, les ha informado en Cuenca, durante la celebración de una jornada técnica de cultivos herbáceos organizada por la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos, el interés general que existe, también desde el Ejecutivo regional, por un producto en el que la región es “líder” en producción a nivel nacional.
De hecho, Castilla-La Mancha es la principal productora de leguminosa grano de España, con un 36% de la producción total. La producción para la campaña 2018/19 para todo el país se estima en unas 330 mil toneladas, según datos del Ministerio. La región, principalmente la provincia de Toledo produce una de las mejores, sino la mejor, lenteja del país, y unos garbanzos de muy buena calidad.
Martínez Arroyo ha destacado que a día de hoy cuesta aún “vincular el producto con el origen”, pero se ha mostrado convencido de que será posible, ya que se han dado los pasos para argumentar que la lenteja de Castilla-La Mancha es diferente al resto que se produce en otras comunidades por el suelo, el clima, la variedad, para tener de esta forma todas las justificaciones necesarias con el fin último de obtener una Indicación Geográfica Protegida para esta legumbre, según ha informado la Junta en nota de prensa.
Certificación de semillas
Durante la jornada técnica celebrada en Cuenca sobre cultivos herbáceos, a la que han asistido un centenar de agricultores, el titular de Agricultura ha destacado la labor realizada por UPA que se ha embarcado en un proyecto para impulsar la certificación de las semillas y su reutilización, lo que supone para el agricultor dar una mayor garantía en la trazabilidad de los cultivos, beneficiando así a los pequeños y mediano agricultores, que son “los que generan empleo y desarrollo en el medio rural”.
En esta línea ha resaltado que Castilla-La Mancha, con más de 74 millones de kilos en lo que va de la campaña 2018-2019, es la primera productora de semilla certificada, y eso supone que cada vez que se incrementa la solicitud desde dentro de la región o desde fuera de las misma, la primera beneficiada es Castilla-La Mancha y el sector, que se profesionaliza cada vez más.
En cuanto a las variedades, cereales y leguminosas, ha recordado a los presentes, también, que la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) ha autorizado la comercialización de la harina de almortas para consumo humano, algo que hasta este momento no era posible; un producto, que es la base principal de uno de los platos de la gastronomía de Castilla-La Mancha: las gachas.
Y para que el sector agroalimentario siga su crecimiento y que exista futuro para la agricultura y el medio rural, es preciso el acceso al agua.