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Rosario Castaño, una vida dedicada al queso y un ejemplo de emprendimiento como mujer rural

Europa Press

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Rosario Castaño Estrada, de Herreruela de Oropesa (Toledo), lleva desde los 14 años fabricando queso. Actualmente, ya ha recibido un premio de la Junta de Castilla-La Mancha como ejemplo de emprendimiento en el Día Internacional de la Mujer Rural y asegura que se quedó “muy sorprendida al recibir la llamada de la consejera para este homenaje” que en ese momento no conocía.

Lo que comenzó como una tradición familiar junto a su padre y sus hermanas fabricando unos 30 quesos al día, la ha llevado a generar más de 300 productos diariamente y a convertirse en maestra quesera tradicional de su empresa Quesos Rosario Castaño SL.

Con 74 años y como referente de la comarca, afirma que de lo que más orgullosa se siente es de todo el esfuerzo realizado y de pasar toda su vida “trabajando y ayudando” en un oficio que le ha dado “mucha satisfacción”.

Sin duda, el punto de inflexión de la carrera de Rosario se ubica en los años 80, cuando aun teniendo la posibilidad de cursar los estudios que su familia le aconsejaba, decidió tomar las riendas de aquella costumbre y transformar su experiencia y conocimientos en su propio negocio.

Esa decisión le ha llevado a generar grandes éxitos a lo largo de décadas y a introducir a su familia en el mundo de la quesería. Desde Quesos Rosario Castaño confirma que el secreto para elaborar un buen queso es “usar buena leche y ponerle cariño y esfuerzo”.

Rosario Castaño todavía se acuerda de acudir en el mes de mayo a “hacer las queserías” a la finca, que en ese momento solo eran para el consumo de casa. Cuatro años más tarde, dejaron el campo y con el transporte de la leche en cántaras, pudieron fabricar el queso desde casa.

Rodeada de sus hermanas mayores, la maestra quesera se preguntó a sí misma qué pasaría si ella siguiera haciendo queso y comenzara a venderlo entre la gente. La ambición de convertirse en la dirigente de su propio negocio derivó en el reparto de quesos junto a su marido por los alrededores del pueblo.

Sin embargo, “necesitaba hacer más y en casa no lo podía hacer”. Los clientes la animaron a abrir esta pequeña quesería que hoy reúne décadas de trabajo y de la que asegura que fue idea suya y fue ella quien puso “la primera piedra” del negocio.

Emprendimiento rural

La galardonada toledana en el Día Internacional de las Mujeres Rurales ha sido ejemplo de emprendimiento por la creación de su empresa en los años 80 y conseguir elaborar un producto de alta calidad durante más de 30 años.

Toda esta carrera ha sido labrada desde Herreruela de Oropesa, una localidad toledana de 300 habitantes que vio crecer a Rosario Castaño a la vez que su dedicación por el mundo quesero.

Para llegar a donde está hoy, reconoce el apoyo de su hija en la creación de una pequeña empresa desde un pueblo de Toledo, pero también asegura que ella “ya traía el impulso para hacer algo más”.

Tras haber sido homenajeada desde la Junta de Castilla-La Mancha, confiesa el orgullo que supone ser imagen emprendedora de un pueblo pequeño y que entre sus planes de futuro se encuentra “seguir como estamos, pero no crecer, porque lo artesano es pequeño”.