Viruela ovina: 37.000 sacrificios, subida de los precios de la leche y consecuencias económicas imprevisibles
Fue el pasado mes de septiembre. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación notificaba que se habían detectado varios focos de viruela ovina y caprina, dos en la provincia de Granada y tres en la provincia de Cuenca. 14.000 cabezas de ganado tuvieron que ser sacrificadas. Se adoptaron medidas de control, tanto en Castilla-La Mancha como en Andalucía, pero no se ha podido evitar la propagación.
Este jueves el ministro del ramo Luis Planas confirmaba que ya son 26 los focos repartidos entre Andalucía y Castilla-La Mancha. Esta última comunidad autónoma decidía, a principios de semana, tomar una decisión drástica y prohibir el movimiento de este tipo de ganado, con la excepción de los animales que vayan al matadero.
La medida ha comenzado a aplicarse después del último caso confirmado el miércoles en Alcázar de San Juan (Ciudad Real). Ha sido el detonante que ha llevado al Gobierno de Castilla-La Mancha a decretar una medida contundente para evitar la propagación de una enfermedad que no tiene riesgo para los humanos, pero con una alta tasa de contagio y mortalidad en los animales y que ya ha supuesto ya el sacrificio de 37.000 animales.
La inmovilización del ganado ovino y caprino en cuatro de las cinco provincias de Castilla-La Mancha, a excepción de Guadalajara, va a tener unas repercusiones económicas en el sector ganadero y otros asociados, con una consecuencias difíciles de prever, y que vendrán determinadas por el tiempo durante el que se prolongue la crisis. Será un mínimo de tres meses, según las fuentes del sector consultadas.
Y la incertidumbre se basa en que se desconoce hasta cuándo se prolongará la situación. No hay plazos, según la Resolución de la Consejería de Agricultura, Agua y Medio Rural publicada este jueves en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha, por la que se determinan las medidas sanitarias a seguir en las explotaciones de ovino y caprino ante la declaración de focos de viruela ovina y caprina.
La situación en Castilla-La Mancha y en Andalucía está poniendo también en guardia a otras comunidades limítrofes y mantiene al sector muy preocupado. De hecho, la Comunidad de Extremadura está en alerta y con más vigilancia desde que se presentaron los primeros focos.
Los sectores más afectados por las medidas tomadas en Castilla-La Mancha son el relacionado con la producción de la leche de oveja manchega y, por tanto, de la producción del queso manchego, la carne de cordero y de cabrito y otros sectores como los de producción de piensos.
Cómo afecta a la DO del queso manchego
Los mayores problemas se pueden dar entre los productores de leche de oveja manchega con destino a la elaboración del queso con Denominación de Origen, un producto que vende cada año toda su producción, con precios altos y con una alta demanda en la exportación.
Hay que tener en cuenta que, en las ganaderías productoras de leche de oveja, los corderos recién nacidos apenas pasan unos días con las madres y de ahí se trasladan a las nodrizas para su crianza y posterior venta, con el fin de mantener la producción de leche. Eso ha quedado paralizado ya que los corderos no pueden ser trasladados a otra explotación para su cría.
Santiago Altares, director de certificación del DO Queso Manchego, señala que las repercusiones para el sector del queso manchego “son imprevisibles porque depende de bastantes factores, en especial del tiempo que se mantengan las restricciones”.
Si los corderos no pueden venderse nada más nacer, “los ganaderos los tienen que cebar en sus explotaciones, pero primero alimentarlos con leche de oveja manchega, y cada litro que se mame un cordero va a estar a precio casi de vino gran reserva, porque se paga más de dos euros el litro de leche de oveja manchega”.
Cada litro que se mame un cordero va a estar a precio casi de vino gran reserva, porque se paga más de dos euros el litro de leche de oveja manchega
Con este problema se va a encontrar José Luis Pérez Madrid, el responsable de una explotación dedicada a la producción de leche con destino a la elaboración de queso manchego en Carrión de Calatrava (Ciudad Real), cuando se produzca la próxima “paridera” en el mes de marzo.
Actualmente mantiene 500 cabezas de oveja manchega, de las cuales unas 120 parirán próximamente, y una producción de leche de 120 toneladas anuales. “Al ser una explotación de leche, yo retiro los corderos a las madres encalostrados, con cinco días de vida” y los vende a otra explotación para que sean amamantados por las nodrizas, pero “con la inmovilización de animales yo no voy a poder mover a mis animales”.
Esta es la situación que están viviendo muchas explotaciones. Los nuevos corderos tienen que quedarse en la explotación amamantándose y esto reducirá la producción de leche de oveja manchega. “Cuando nazcan los corderos, los iré criando y los tendré que vender cuando tengan la edad permitida para poder ir al matadero. Eso conlleva más gastos para los ganaderos, que tenemos que criar los corderos, menos producción de leche porque cuando el cordero está mamando no se vende esa leche a la central lechera, más volumen de trabajo en las explotaciones y más cantidad de animales en la explotación, lo que nos dificulta la actividad y las parideras”, señala.
José Luis Pérez, que es también patrono DO queso manchego y miembro de Comité ejecutivo de ASAJA, cree que la bajada de la producción de leche de oveja manchega tendrá también repercusión en los precios de la leche de esta raza autóctona y mejorada, ya de por sí altos al haber menos demanda.
Así lo señala también Altares: “Es una raza autóctona, escasa en cuanto a censo, son animales mejorados genéticamente, es la única que autoriza la DO para elaborar queso manchego, y la leche se paga muy cara, eso hay que tenerlo en cuenta”.
Esta escasez podría, inevitablemente, tener también repercusiones en la producción de queso manchego: “El queso manchego tiene precios considerables, es un producto de gran prestigio y gran calidad, precios que corresponden un producto de elite, premium. Pero la repercusión que puede tener en la producción es imprevisible, depende de qué duración tenga en el tiempo, cuanto más tiempo transcurra más litros de leche irán destinados a la alimentación del cordero en detrimento de la elaboración del queso manchego, pero es un cálculo arriesgadísimo”.
De hecho, esta misma semana las consecuencias del brote de viruela en Castilla-La Mancha, ya se han reflejado en la Lonja de León que ha registrado una subida importante del precio de la leche de oveja, pasando de 0,0973 euros extracto quesero a 0,1112 euros extracto quesero.
Se espera saturación en los mataderos de la comunidad autónoma
La situación afecta también a la producción de carne de cordero y de cabrito. Según Francisco Alfaro, secretario técnico de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Cordero Manchego, actualmente en la IGP no hay ningún problema: “Nosotros los corderos los sacrificamos en cuatro centros de sacrificio que tenemos autorizados que están en Castilla-La Mancha”.
Sin embargo, considera que el problema se puede dar en el sector de carne de cordero porque con la inmovilización, los animales se tienen que llevar a mataderos ubicados en la comunidad autónoma. Actualmente, más de la mitad de los corderos que se producen en Castilla-La Mancha se sacrifican fuera: entre los que se exportan y los que se sacrifican en otros territorios suponen más de la mitad de la producción. No solo se espera saturación en los mataderos, si no que “al tener que sacrificarlos todos en Castilla-La Mancha, habrá un excedente grande de de cordero en general y puede ser que baje el precio del cordero”, señala.
El sector de los piensos también se resiente
Otro sector que se va a ver afectado por la situación es el de la producción de piensos. En este sentido, Mario Contento, presidente de AVICON, la mayor cooperativa de piensos de Castilla-La Mancha, tiene claro que esto va a tener consecuencias: “Cerrar los cebaderos va a tener repercusiones porque se va a necesitar menos pienso, además de que los pastores no tienen sitio para cebar corderos y eso va traer un trastorno bastante grande”.
En cuanto a la producción en su cooperativa, cree que “vamos a perder mínimo un millón de kilos de la producción de pienso destinada a corderos, actualmente estamos produciendo dos millones de kilos mensualmente, y se perderá la mitad mensual”.
El problema se plantea también para muchos ganaderos que no tienen capacidad ni están preparados para cebar corderos en sus explotaciones, van a tener que habilitar espacios, comprar tolvas para alimentar a los animales y con la incertidumbre sobre el tiempo que durará esta situación.
Medidas acertadas
No obstante, todos los sectores consultados por Agroalimentaria están de acuerdo con las medidas tomadas por parte de la Administración regional para logar atajar el contagio cuanto antes. Además de la inmovilización decretada, el sector está llevando a cabo otras medidas muy estrictas de desinfección.
Según José Luis Pérez, “se han intensificado las medidas de desinfección y hay más controles: todos los días viene el camión a recoger la leche y antes de entrar en la explotación, en la misma puerta me enseña la documentación que certifica que el camión ha sido desinfectado en la fábrica antes de salir; después yo vuelvo a desinfectar el camión, y cuando pasa el personal que recoge la leche tiene que llevar calzas en los pies para que no se propague el virus”.
También en AVICON se ha incrementado la profilaxis. “Tenemos unas medidas muy rigurosas porque nos va a nosotros en ello. Todos los camioneros llevan mochilas desinfectantes, en las granjas también desinfecta el camión, y cuando sale de allí, también se desinfecta. En fabrica también desinfectamos, estamos dando calzas a todo el mundo. Es un virus muy contagioso y la única manera de controlarlo es no teniendo contacto con ganaderías afectadas y desinfectando y que no pase nada a la explotación”, afirma.
El sector demanda más ayudas
Además de los problemas logísticos y de aumento de precios que pueden conllevar la situación, los ganaderos demandan más ayudas. Las indemnizaciones que se pagan en el caso de tener que sacrificar los animales son muy bajas, según señalan, sobre todo en el caso de ovejas de raza manchega que es una raza mejorada y con gran valor genético. Según este ganadero de Carrión de Calatrava, se “paga 85 euros por oveja que se sacrifica, pero es una cantidad ridícula. El precio de estas ovejas depende de su genética, pero en el caso, por ejemplo, de las que se sacrificaron en la explotación de Tébar en Cuenca eran animales de gran valor genético con un precio aproximado de 300 euros por animal. Una oveja manchega con un valor genético medio puede estar en entre los 150 euros y los 200 euros por cabeza, además de la merma que sufren ya que en seis meses no se pude reiniciar la actividad”.
En el mismo sentido, se manifiestan los distintos sectores consultados que consideran que se tiene que compensar a los ganaderos por la pérdida de productividad que la situación conlleva. Como ya informó este medio, el Gobierno regional está preparando una ayuda complementaria para compensar la diferencia entre el precio de las ovejas que compre el ganadero y lo recibido como indemnización con un máximo por explotación.
Pérdidas de 500 euros diarios para los transportistas
La situación afecta también al sector del transporte, en concreto al especializado en el traslado de animales vivos. Es el caso de José Ángel Sirvent, gerente de Villa de Bienvenida S.L, una empresa con una trayectoria de más de un siglo de Albacete. Sirvent asegura que con las medidas que se han tomado para hacer frente a la situación de la viruela, “la ganadería se muere” en Castilla-La Mancha. Los problemas, recuerda, vienen ya desde septiembre, con el foco detectado en Villaescusa de Haro. “España es un país libre de viruela desde hace décadas”, recuerda.
“El problema es que hoy se publica la orden de que no se pueden sacar animales de la región y sólo se pueden sacrificar animales en mataderos de Castilla-La Mancha. Esto limita mucho el movimiento, porque aquí sólo se consume el 20% y el resto se exporta, principalmente a Catalunya, que es donde está el mercado. Al no poder transportarlo, nos quedamos parados”, resalta. El cordero, recuerda, debe transportarse vivo puesto que el tiempo entre el sacrificio del animal y su venta es muy limitado, si no la carne se oscurece: “El cordero manchego tiene ese color sonrosado, que es distintivo”.
Cada semana, la empresa de Sirvent traslada entre 2.000 y 3.000 corderos, y añade que no se sabe cuánto durará este parón., pero que en el sector “se calcula entre cinco y seis meses”. “A mí me cuesta tener un camión parado 500 euros diarios”, recalca. Lamenta que las alternativas son: buscar otro mercado, ERTE o cerrar la empresa directamente. Por eso, explica que las ayudas deberían contemplar a las personas que transportan a los animales, pero también el pienso o los cadáveres, no sólo al ganadero. “La situación es crítica, el sector desaparece”, remata Sirvent.
Este medio se ha puesto en contacto con la Federación de Empresas del Transporte de Castilla-La Mancha y la asociación de transportistas de Castilla-La Mancha FENADISMER-TRADISCU, que han declinado hacer por ahora declaraciones. “Las circunstancias actuales en Castilla La Mancha pueden repercutir en este tipo de transporte en función de como evolucione en el futuro próximo”, señalan desde FENADISMER-TRADISCU.
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