Albacete, cuna mundial del pistacho biodinámico certificado
Muchos son los frutos que trae septiembre, uno de ellos es el pistacho. Además, Albacete produce el único pistacho con certificación biodinámica del mundo. Julio César Vergara es miembro de Pistachos Ecológicos Ibéricos, la entidad que los cultiva en el municipio albaceteño de Villamalea. Vergara explica que toda su producción está destinada a satisfacer la demanda de pistachos en Escandinavia, especialmente a Suecia y Noruega y otros países del arco germánico (Suiza, Austria y Alemania).
Hace dos años que estos productores de Villamalea consiguieron la certificación otorgada por una institución alemana. El sello que lo identifica es DEMETER Internacional. Pistachos Ecológicos Ibéricos ha tardado nueve años en conseguir su sello DEMETER. Para obtener la certificación biodinámica hay que cumplir previamente una producción con certificación biológica integral.
Además, comenta Vergara, que el principio en el que se basa es replicar los procesos de la Naturaleza dentro de la explotación agrícola. La agricultura biodinámica (DEMETER Internacional) concibe las fincas de producción agrícola y ganadera como Entidades Orgánicas Integrales, que contienen organismos biológicos –suelo, plantas y fauna- interdependientes. Las fincas biodinámicas tienden a la autosuficiencia, con escasa o nula intervención externa, ya que considera dichas explotaciones agronómicas como organismos complejos que tienen por objetivo la autorregulación biológica.
Una producción biodinámica va mucho más allá del planteamiento simplemente ecológico, desarrollando toda la actividad agronómica siguiendo el ciclo –calendario- lunar; unos aportes de insumos biológicos de origen mineral y vegetal, que hay que aportar al estiércol biológico y dejar descomponerlos durante dos años, así como el establecimiento de una cobertura vegetal permanente de al menos cuatro meses en ambientes meso-mediterráneos.
Los requisitos son muy complejos, tanto que los científicos aún no han podido explicar todos los factores que intervienen en la producción biodinámica, aunque las pruebas contundentes y definitivas de laboratorio, indican que los productos biodinámicos poseen mejores propiedades, tanto nutricionales como organolépticas, que los obtenidos por agricultura ecológica o convencional.
El pistacho es un árbol que ha ido ganando terreno desde que, hace unos treinta años, el Centro de Investigaciones Agrarias de El Chaparrillo, en Ciudad Real, potenciase su producción, conocimiento e investigación. “Éste ha sido el centro motor para la reintroducción del pistacho en nuestra región y en todo el territorio nacional”, comenta Julio César. Este fruto es fácil de cultivar, tiene pocos costes para el productor y se usa en numerosas industrias, además de poder tomarlo como aperitivo.
Sus fibras, proteínas y harinas son utilizadas en la industria cárnica para la producción de embutidos; también se utiliza en cosmética, debido a las propiedades de sus aceites esenciales, e incluso es utilizado en la industria de las pinturas y barnices. Sin embargo, y a pesar de que Castilla-La Mancha es uno de los lugares donde más producción de pistacho hay, es un cultivo con una incidencia muy baja en la producción general.