El último Pleno Municipal de la localidad ciudadrealeña de Campo de Criptana dejó momentos entre lamentables, duros y patéticos.
Todo comenzó con una moción de apoyo presentada por el PSOE para apoyar a los dependientes, enfermos mentales, sus familiares y a las personas que se acogen por su situación a la Ley de Dependencia. Esta moción fue redactada por varios colectivos: la asociación 'Luz de la Mancha' de enfermos mentales, la Plataforma en Defensa de la Ley de Dependencia (concretamente su portavocía de Alcázar de San Juan) y trabajadores de la planta de Salud Mental del hospital La Mancha-Centro de Alcázar que está cerrada actualmente. Campo de Criptana lógicamente no tiene competencias para conseguir nada de esto más que el mostrar su apoyo a las asociaciones y trabajadores.
Lo cuenta Carmen Teresa Olmedo, presente en ese Pleno como portavoz del PSOE criptanense. A continuación se votó la moción, rechazada por la mayoría absoluta del PP en la localidad.
A partir de ahí, el “espectáculo”: el alcalde Lucas-Torres (cuya sobrina es un alto cargo de Castilla-La Mancha Televisión, uno de estos cargos colocados por la actual dirección) se mofó de los dependientes y sus familiares y se burló de ellos. A ello respondió el PSOE pidiendo explicaciones de por qué se reía y qué clase de actitud estaba teniendo: las diversas bancadas comenzaron con insultos y desmanes hasta que el alcalde decreta que se expulse a todo el grupo del PSOE del Pleno.
“Ante la falta de argumentos, tanto la portavoz como el alcalde recurren al insulto, a la bronca y, cómo no, a la expulsión del pleno cuando no quieren seguir oyendo cómo desde el PSOE se les expone la realidad, una realidad que supone el deterioro de los servicios públicos, de la sanidad y del día a día de las personas en situación de dependencia. El alcalde de Campo de Criptana, Santiago Lucas-Torres, ha demostrado que poco o nada le importa la situación de los dependientes, de los enfermos mentales y sus familiares ”, cuenta Olmedo.
El motivo oficial de la expulsión de los socialistas del Pleno es criticar a Cospedal, algo que no obstante (está recogido en la legislación) se considera debate parlamentario salvo casos uy graves (si no lo fuera, cualquier palabra en Pleno o Parlamento sería motivo de falta o delito).
“Está claro que no le gusta que les digan la verdad de un colectivo que está siendo el gran recortado de Cospedal y que demuestra la falta de sensibilidad del PP ante esta realidad”, dice Olmedo. “Si algunos se sintieron insultados está claro que éstos fueron los ciudadanos por la prepotencia y la falta de altura democrática del PP, y también los dependientes, los enfermos mentales y sus familias, que tuvieron que ver cómo el alcalde y su equipo se mofaron y se rieron abiertamente de su situación”.