Jacobo Medianero es alcalde de Mota del Cuervo, un municipio que cuenta con algo más de 6.000 habitantes y que es cabeza de la comarca de la Mancha Baja en Cuenca. Es uno de los más grandes de la provincia, pero sus habitantes no son ajenos al problema de la despoblación.
“Nuestra comarca se está despoblando” y esta, dice el alcalde, es una situación que se contempla como un “problema” generalizado a medio plazo. Medianero participó en un encuentro de alcaldes y concejales de Izquierda Unida Castilla-La Mancha con la diputada del Grupo Parlamentario Confederal de Unidas Podemos-Izquierda Unida-Equo en el Congreso, Eva García Sempere.
Al encuentro acudían alcaldes de La Pueblanueva, Mota del Cuervo, La Puebla de Almoradiel, Chiloeches, Las Vegas y San Antonio, Navas de Estena, Las Ventas de San Julián, Santa Cruz de la Zarza, Peñascosa y Castillejo del Romeral; portavoces de equipos de gobierno de Seseña, Malpica de Tajo, La Villa de Don Fadrique y Chinchilla de Montearagón, además de diputados y coordinadores provinciales de la formación.
Se trata de municipios con tamaños y necesidades dispares, pero en los que, curiosamente, apunta Jacobo Medianero, los responsables municipales “coincidimos en el 99% de la problemática”: faltan mejores servicios públicos esenciales, en el transporte y que se apueste por inversiones productivas que generen empleo a medio y largo plazo.
El encuentro dejó también clara la “preocupación generalizada” por el medio ambiente relacionada con la proliferación de las macrogranjas porcinas - “parece que queremos ser el basurero de lo que nadie quiere”, dice este alcalde - además de la instalación masiva de placas fotovoltaicas “que no son una mala solución, pero al final los beneficios son escasos porque dan trabajo a muy poca gente y por eso hay que buscar inversiones que generen empleo estable y de calidad”, insiste.
Otro de los puntos a mejorar según coincidieron muchos de los alcaldes y concejales tiene que ver con la calidad de las aguas, “sobre todo los que no tenemos un río cerca, que necesitamos extraer agua del subsuelo y hemos de hacerlo ya desde muy abajo”. Jacobo Medianero recuerda que “muchos pueblos no pueden hacer frente al gasto en depuradoras”. A eso se suman las deficitarias instalaciones en la que “la mayor parte de las tuberías son de fibrocemento”.
Después, explica, “la despoblación ha traído consigo inseguridad a los pueblos. Tenemos bastantes menos guardias civiles que hace años. No hay sensación de seguridad y eso tampoco ayuda”.
Ofrece también su punto de vista sobre las reducciones o bonificaciones fiscales que prometen algunos partidos. Entre ellos, el PSOE que esta misma semana, por boca del presidente regional, Emiliano García-Page, abría la puerta a plantear en esta legislatura un escenario de reducción de impuestos en zonas despobladas dentro de una estrategia de “paz fiscal” para ayudar a estos territorios a recuperarse. Además, según aseguró la portavoz, Blanca Fernández, casi un tercio de direcciones generales tendrán competencias para luchar contra despoblación.
“La reducción de impuestos pueden ser atractivos para algunas personas, pero tengo claro que necesitamos un proyecto para invertir en nuestra zona, si no tenemos clientes ni nadie a quien reducir impuestos, no sirve de nada. No creo que sea lo principal, pero si se pone sobre la mesa se estudiará”.
Sobre la idea de incentivar a empleados públicos para que trabajen en las zonas rurales -Ciudadanos ha propuesto un “complemento de ruralidad” para los trabajadores del sector público autonómico- cree que puede ser “interesante” siempre que se hable “no solo de puestos sino de conseguir que se queden a vivir: policías, médicos, secretarios e interventores de ayuntamiento, directivos de bancos… Pero claro, la gente no quiere vivir en un lugar que no tiene servicios”.
A IU, dice, “no le parará la provisionalidad del Gobierno central ni tampoco el verano” y comenzarán por “mover proyectos” en todos los ámbitos institucionales porque “las soluciones quizá llegan tarde a muchos sitios” y, advierte: “Unanimidad sobre el problema ya hay, ahora han de ponerse medidas económicas sobre la mesa y que los fondos europeos sirvan para crear empleo a medio y largo plazo o para mejorar los servicios públicos de las zonas rurales para que la gente se quede a vivir”.