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Alfonso X 'El Sabio', el “gran olvidado” que Toledo quiere resucitar en 2021

El 23 de noviembre de 2021 se cumplirán 800 años del nacimiento de Alfonso X 'El Sabio' en Toledo. Un no tan lejano horizonte en el que la capital castellano-manchega tiene puesta la vista para iniciar la conmemoración de la efeméride. ¿Cómo? De momento nadie lo sabe.

Esta misma semana, a poco más de dos años de la fecha, la única iniciativa ha partido del Ayuntamiento de Toledo que ha aprobado una declaración institucional, apoyada por todos los grupos municipales, para promover la celebración del VIII Centenario del Nacimiento de este rey.

Y de momento es solo eso, una iniciativa en blanco para elaborar “un Plan de Actuación Cultural y Educativo con aportaciones de las diferentes instituciones, entidades y personas que contribuyan a enriquecerla”.

El Consistorio se ha erigido, de momento, en cabeza visible de la iniciativa, pero anuncia que cursará invitación a participar en esta conmemoración a la Casa Real, al Gobierno de España, a la Junta de Comunidades, a la Diputación Provincial de Toledo, al Cabildo Catedralicio, a la Universidad de Castilla-la Mancha “y al resto de instituciones y colectivos relacionados con el mundo de la cultura y del patrimonio”.

Lo cierto es que hasta ahora la ciudad de Toledo ha vivido de espaldas al legado de un rey que hizo honor a su apodo, según explica el director de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, Jesús Carrobles.

“Muy poca gente es consciente de que era toledano. La ciudad para él lo era de mezclas, un Toledo potente, de cultura, que le proporcionó la base para hacer un proyecto político distinto. Fue el forjador del Estatuto Mudéjar de Toledo que valoraba a las minorías, el que dio impulso al castellano frente al latín en el que mucha gente no se encontraba cómoda”.

Hoy, la ciudad apenas recuerda a este rey con una estatua extramuros y una desgastada y casi ilegible placa que colocó la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo para conmemorar el VII Centenario de su nacimiento en 1921. Se encuentra en el complejo en el que nació Alfonso X, justo en la entrada del antiguo Convento de Santa Fe, hoy sede del Centro de Arte Moderno y Contemporáneo de Castilla-La Mancha (CORPO).

“Ha habido un divorcio entre el rey y la ciudad. Eso no ha ocurrido con El Greco o con la ciudad judía y Samuel Leví, por ejemplo. Ha sido un gran olvidado”.

¿Proyección cultural o rédito económico?

No es la primera vez que Toledo rinde homenaje a grandes personajes ilustres que vivieron en la ciudad y que condicionaron su existencia. Entre 2000 y 2001 una gran exposición para celebrar el V Centenario del nacimiento de Carlos V abrió la veta de la proyección económica y cultural que la historia podía suponer para la ciudad. Después vino el ‘Año Greco’ en 2014. Y ahora se piensa en la figura de Alfonso X.

“Toledo era un destino que se había anquilosado, había envejecido de manera notoria y proyectos como este posicionaron la ciudad”. Jesús Carrobles sostiene que “la marca Toledo requiere que cada ‘equis’ tiempo haya un proceso de este tipo, porque es la mejor manera de modernizarse y de estar presente con un producto al día. Somos una ciudad privilegiada por tener un buen número de personajes o situaciones que nos permiten estar en el mercado mundial”.

En la organización del evento, reconoce, pesa el retorno económico a la ciudad. “Es interesante por la capacidad que tiene este personaje para llegar al mercado internacional, para articular una oferta que no se reduzca a Toledo sino al resto de España”. Pero cuando hace este comentario pide no ser malinterpretado: hay razones culturales o sociales y no solo económicas para el evento.

Ocho siglos después de su muerte, Carrobles destaca sobre todo la “capacidad política” del llamado ‘rey sabio’. “Se dio cuenta de que su reino había crecido mucho en poco tiempo y fue capaz de diseñar un programa político en el que nada quedaba al azar. Recibió un reino de lo más disperso y anodino y lo dejó listo para convertirse en potencia europea en pocos siglos”.

En su opinión, el monarca “tenía claro que para ser una nación potente debías tener una cultura potente. Su gran proyecto fue el de crear una cultura nacional y lo hizo antes que cualquier otro país de Europa se lo cuestionara”.

De él destaca “el hecho de que fuera un genial historiador, jurista, poeta, que puso en marcha la Escuela de Traductores de Toledo y su obra científica incluyendo observaciones astronómicas. De pronto una cultura como la castellana del siglo XIII se convirtió en universal”, argumenta.

El de Alfonso X fue un momento de mayoría cristiana que poseía el poder político y militar en una sociedad que, sin embargo, admitía la diversidad religiosa y, de paso, aprovechaba la habilidad administrativo-económica judía o la científico-agraria de los árabes. Era la época de convivencia (no perfecta, claro) de ‘Las Tres Culturas’ bajo los parámetros del llamado ‘Estatuto Mudéjar Toledano’.

“Con el tiempo justo para un evento de alto nivel”

Está previsto que el VIII Centenario del Nacimiento de Alfonso X El Sabio se conmemore entre noviembre de 2021 y diciembre de 2022. “Vamos con el tiempo más que justo para poder trabajar una conmemoración tipo Greco. Tenemos el personaje, la ciudad y el entorno además de un bagaje para ser más ágiles, pero estamos al límite para hacer un evento de alto nivel y buscar la financiación necesaria”.

Hechos como que los presupuestos generales del Estado estén prorrogados, con gobiernos regional y municipal recién estrenados – y con cambio de nombres en los puestos vitales de gestión cultural- y una Ley de Mecenazgo fallida no ayudan, reconoce. “No, no partimos de los mejores mimbres. Lo ideal es haber arrancado hace tres años. Hay que correr para celebrar una conmemoración de nivel internacional”.

Y lo primero, recuerda, es la declaración de Acontecimiento de Excepcional Interés Público, que permitiría exenciones fiscales a posibles mecenas facilitando la financiación. “Eso es lo que está más complicado por motivos evidentes de fechas”. Esta semana, el Ayuntamiento de Toledo anunciaba que se estudiará “el instrumento jurídico más conveniente, para la organización de la efeméride” y se pondrá en marcha una Comisión Específica para avanzar en la organización.

Una gran exposición…¿Dónde y sobre qué?

De cara a la conmemoración, Carrobles apuesta por repetir la fórmula de éxito de ‘Carolus’ y el ‘Año Greco’. “El núcleo central debería ser una gran exposición y luego ver toda la oferta que se articula en torno a ella” pero, advierte, “no se trata de hacer una exposición acumulativa”.

Alfonso X, recuerda, es una figura clave no solo para Toledo, sino para Sevilla, Cádiz, Murcia, Tolosa o Ciudad Real. Esta última fue fundada durante su reinado, en 1225, bajo el nombre de ‘Villa Real’. Cree que “se debería hacer un planteamiento nacional y hace falta tiempo y conocimiento porque los intereses son muy diversos”.

¿Sería posible realizar alguna actividad o exposición en el lugar del nacimiento del rey que hoy ocupa el Centro de Arte Moderno y Contemporáneo?, le preguntamos, tras algunas críticas que apuntaron la incompatibilidad de ambos espacios expositivos. “Aquí tenemos cierta tradición de vender la piel del oso antes de cazarlo. Si no sabemos qué exposición queremos hacer, con qué piezas, ni nada de nada…Difícilmente podemos buscar ubicación. Lo primero es tener proyecto”.

Cree “evidente”, no obstante, que sería compatible algún tipo de actividad en CORPO relacionada con la conmemoración del centenario. “El diálogo con el arte contemporáneo no es obstáculo para poder hacerlo porque este rey fue un adelantado de su tiempo, un visionario que cambió muchas cosas…Cualquier actuación aquí no tendría problema, pero insisto antes hay que tener proyecto”.

Carrobles dirige la atención sobre el toledano Convento de San Clemente, un inmueble “fundamental para entender al personaje” porque fue uno de sus palacios que cedió a las monjas cistercienses. “Puede ser un lugar excepcional para una gran exposición porque allí se encuentran las armas de Suabia, de Castilla, de León…y un artesonado con todas las inscripciones en árabe, la lengua que él consideraba propia”.

La catedral de Toledo conserva también obras que podrían formar parte de la gran exposición. Es el caso de una capa fluvial del arzobispo Don Sancho, hermano de Alfonso X. “Se considera que es la capa que se hizo confeccionar para ser coronado emperador, algo que nunca llegó a ser. Fue su gran fracaso político”.

Después, abunda, Alfonso X “generó un modelo cultural y para hacerlo en Toledo estableció un Scriptorium del que salieron las ‘Cantigas de Santa María’ y otros libros absolutamente increíbles que están repartidos por todo el mundo. Uno de los mejores códices está en la biblioteca de El Escorial pero otro está en Florencia… Podríamos hablar de piezas que son referencia entre los mejores libros del universo”.

¿Pueden ser ejes de la exposición? “Todo está en función de lo que quieras contar. La exposición ha de tener un discurso, si no, por mucho que se acumulen cosas no tendrá sentido, nadie la va a entender” y, sobre todo, advierte de la necesidad de “acertar con planteamientos que interesen a la gente”. Ya existe un precedente: en los años ochenta del siglo XX ya se celebró una “grandísima” exposición en el Museo de Santa Cruz.

“Tenemos un trabajo hecho que nos permitiría agilizar, pero hay que buscar argumentos para una exposición de calado internacional. Y habrá que recurrir a los mejores expertos, sean de Toledo o de Berlín”.