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Una anciana deja toda su herencia a los jóvenes de su pueblo para formarse

La localidad conquense de Valverde de Júcar se encontró hace unos meses con una sorpresa agradable: Virginia Pérez Buendía, natural de esa localidad pero que vivía en Madrid, ha dejado toda su herencia, valorada en decenas de miles de euros, al municipio. Es la última voluntad de una persona que en el pueblo no destacó ni quiso ser más protagonista que nadie, donde vivió en su juventud, y a donde volvía de vez en cuando para cuidar sus tierras y lo que le quedaba de patrimonio allí.

La herencia para el pueblo tiene algunos condicionantes: es íntegramente para el pueblo pero específicamente para los jóvenes, para que puedan estudiar aquellos que no se lo puedan financiar.

El testamento de la finada en el que dejaba todo al municipio fue leído públicamente en la Casa de la Cultura de Valverde, y posteriormente se pasó a explicar cómo se va a hacer este reparto de becas, algo que la señora Pérez Buendía dejó también fijado en el testamento. Podrán acceder a las becas los jóvenes nacidos y residentes de Valverde de Júcar. La fallecida también dejó indicado que el reparto del dinero en becas será directamente proporcional a las notas que obtengan los alumnos en sus titulaciones y sobre todo se tendrá en cuenta la situación económica familiar para analizar las necesidades de cada familia y estudiante.

Para conceder las becas se ha creado una fundación, la 'Fundación Pérez Buendía' en homenaje a quien ha dejado este patrimonio a los jóvenes, y esa fundación será la convocante de becas. Estará constituida por tres albaceas que serán el alcalde, el párroco y el juez de paz del municipio, y tendrá otras cinco personas en una comisión de seguimiento para comprobar que todo está en orden y que serán personas elegidas entre diversos puestos de trabajo (desde autónomos hasta agricultores o asalariados).

Si todo va según lo planeado, la fundación ya estará registrada en los libros regionales para el próximo verano y el próximo curso los alumnos de esta localidad ya podrán optar a las becas que dejó la fallecida. No serán además becas solo para un año ya que entre la herencia que deja esta mujer la mayor parte son activos empresariales en forma de acciones y activos, por lo que se irá ingresando más dinero con el paso de los años. También ello lo dejó previsto: el 85% de lo que se gane con lo que ha dejado invertido irá a nuevas becas, el 5% a la gestión administrativa de la fundación y el 10% a los gastos de mantenimiento de la institución.

En el pueblo ha sorprendido muchísimo esta noticia y esta herencia de una mujer que no parecía tener un patrimonio fuera de lo normal y que tampoco pasó en sus últimos años de su vida mucho de su tiempo en Valverde de Júcar, pero sin embargo se ha acordado de sus orígenes a la hora de dar lo último que le quedaba en vida, esperando además que los jóvenes del pueblo tengan futuro.