“No hay nada nuevo que aportar”. Con esta escueta frase y eludiendo el tema, ha contestado Manuel Serrano, alcalde en funciones de Albacete y candidato a la Alcaldía por el PP , acerca de las negociaciones con Ciudadanos de cara a alcanzar un acuerdo que cristalice en un posible Gobierno municipal.
La situación es la misma que describen desde el resto de fuerzas políticas, cuando solo faltan diez días para la constitución del Ayuntamiento, tal y como exige la norma. No ha habido reunión entre Ciudadanos y Partido Popular, pero tampoco la ha habido entre Ciudadanos y PSOE, tal y como confirmaban hace desde los dos últimos partidos a esta redacción.
De momento todo está abierto después del resultado de las elecciones del pasado 26 de mayo que dejó al PSOE, con Emilio Sáez al frente, como la candidatura más votada pero empatando con el PP en concejales. Ambos obtuvieron 9 ediles, muy lejos de los 14 de la mayoría absoluta del Plenario albaceteño. Todas las miradas están puestas en Ciudadanos. La formación naranja obtuvo cinco concejales y su postura decidirá quien gobierna la ciudad de Albacete los próximos cuatro años.
Desde el partido naranja no se han desvelado las preferencias a la hora de llegar a un acuerdo para la gobernabilidad de la ciudad. La prioridad de Ciudadanos -tal y como explicó la noche electoral el candidato, Vicente Casañ– es llegar a un acuerdo programático que bien podría ser con el PSOE o con el PP. “Programa, programa, programa”, insistía Casañ que aseguraba que Albacete necesita “un impulso” y de la renovación “y el impulso de un partido con muchas ganas e ilusión”.
Horas después el candidato socialista, Emilio Sáez, tendía la mano al partido de Albert Rivera en la ciudad, sin descartar cualquier fórmula. Es decir, ofreciendo abiertamente un gobierno a dos colores.