Castilla-La Mancha aprueba el cierre del ocio nocturno y clausura prostíbulos y campamentos

El Gobierno de Castilla-La Mancha, en reunión extraordinaria de su Consejo ejecutivo, ha aprobado el decreto autonómico por el que se aprueban todas las medidas que Gobierno central y comunidades autónomas pactaron en el Consejo Interterritorial de Salud de hace una semana y donde restringen las medidas para frenar los contagios de la COVID-19. Esta comunidad autónoma ha aprobado las medidas ya consensuadas pero ha incluido otras más, tras mantener reuniones con algunos sectores afectados. El decreto se publica esta noche a las 00.00 horas y entra en vigor 24 horas después, a las 00.00 horas la noche del sábado al domingo. “Quien esté cenando a la 1.00 horas del sábado al domingo, tiene que retirarse”, ha puesto como ejemplo.

Entre las novedades, y tal como ha adelantado elDiarioclm.es, se encuentra el cierre completo, las 24 horas del día, de los lugares de alterne o prostíbulos con independencia de su licencia de actividad.   

El decreto castellanomanchego tiene el objetivo de poner el énfasis de las restricciones en todas aquellas situaciones que se han identificado como responsables de los brotes, principalmente eventos sociales y familiares. Según ha explicado el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, las medidas dejan capacidad para la recuperación económica de la región, ya que el Ejecutivo regional solo actúa “por encima o más allá” del decreto donde la incidencia acumulada es mayor, como ha ocurrido en Villamalea o Consuegra.

Con esta aprobación se cierra el ocio nocturno: no se pueden abrir discotecas, salas del baile ni lugares donde la principal entrada de personas sea por la noche. Así, restaurantes, cafeterías y bares con licencia especial o cafés- espectáculo deberán cerrar a la 1.00, permitiendo que los últimos clientes entren a las 00.00 horas. Se mantendrá el servicio en barra siempre que haya una distancia de metro y medio entre personas. El consejero ha insistido en que se trata de medidas “dialogadas” con el sector de la hostelería.

En otro ámbito, se prohíben reuniones en mesas de locales -o “en cualquier lugar”- de más de diez personas y en las residencias y centros socio-sanitarios solo podrá haber visitas diarias de una hora y de una sola persona. “Las salidas de las personas mayores estará muy restringida. Lo hacemos con mucho dolor porque sabemos que las personas mayores no se merecen que los tengamos tan encerrados, pero tenemos que cuidarlos mucho al ser los más vulnerables”, ha añadido el consejero.

Igualmente, el Gobierno castellanomanchego va a pedir a los ayuntamientos y a la Delegación del Gobierno que refuercen y extremen la vigilancia, a través de sus cuerpos policiales, para controlar que no se puedan consumir bebidas alcohólicas en la vía pública. “Si estamos cerrando el ocio nocturno, no podemos permitir que se hagan botellones”.

Mercadillos, funerales, campamentos y botellones

Otras medidas incluidas son la reducción de los mercadillos al 50% de su capacidad y con distancias de tres metros entre ellos; así como los grandes eventos al 75% de su aforo, que solo recibirán permiso de la autoridad sanitaria si se organizan con butacas preasignadas. Los velatorios se restringirán a 25 acompañantes al aire libre, 10 en espacio cerrado y 15 personas en los acompañamientos fúnebres.  

De igual forma, se suspenden todas las actividades educativas y de ocio al aire libre, es decir, todos los campamentos, al considerar la Junta que suponen circunstancias especiales de convivencia durante las 24 horas. Igual sucede con las fiestas populares, pero “salvando la celebración del evento religioso que acompaña a la fiesta popular”. Por último, prohíbe ingerir bebidas o comidas en el transporte público, para evitar que la gente se quite la mascarilla; y fumar o exhalar cualquier otro método como el vapeo si no hay más de dos metros de distancia de seguridad.

El consejero de Sanidad ha querido hacer un llamamiento a la responsabilidad de la ciudadanía para el cumplimiento de estas medidas, apelando a la necesidad de reducir al máximo el número de contagios.