Desde la creación de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha en 1982 hasta nuestros días, la práctica y la situación de la arqueología ha variado “considerablemente” en la región, especialmente porque los proyectos de investigación desarrollados han crecido en número. Ahora son “numerosos”, los trabajos que se han realizado, que han podido llenar un “enorme vacío” de información. Se ha acabado, por ejemplo, con la “falsa idea” de que las tierras de la meseta central estuvieron despobladas durante la Prehistoria y la Protohistoria.
Y es que la zona se había relegado al papel de “zona de paseo”, entre los territorios considerados más dinámicos entre el norte y el sur, así como entre el este y el oeste peninsular. Gracias a los trabajos arqueológicos de las últimas décadas, podemos conocer mejor la historia y el territorio. “Estamos recuperando un patrimonio propio, para disfrute de todos los ciudadanos”, destacan desde la Consejería de Educación, Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha. Por eso, se desarrolla un programa de ayudas a la investigación del patrimonio arqueológico y paleontológico, gracias al cual se han investigado numerosos yacimientos en las diferentes provincias que componen la región.
En concreto, este año 2021, se ha concedido ayudas a 42 proyectos: seis de ellos se realizarán en Toledo, ocho en Guadalajara, otros ocho en Cuenca, en Albacete y los 12 restantes en Ciudad Real. Del conjunto de proyectos subvencionados, veinticinco han sido concedidos a universidades como la UCLM, que cuenta con siete proyectos financiados, la UNED con seis y la Universidad Autónoma de Madrid con tres. Del mismo modo, seis de las subvenciones han sido concedidas a organismos de investigación como el CSIC y el CENIEH, diez a ayuntamientos y uno a la fundación de la Universidad de Alcalá de Henares.
Respecto a los diferentes proyectos autorizados, seis están centrados en investigaciones paleontológicas, cinco de los cuales son la continuación de investigaciones consolidadas desde hace años, como las del área de nidificación de dinosaurios de ‘Poyos’ o el estudio de fósiles de ‘Las Hoyas’ y otros, como el del Carbonífero de Puertollano, son de nueva creación.
En concreto, del Paleolítico cinco, entre los que destaca el del yacimiento de ‘Karst de Tamajón’, que en esta edición excavará el ‘Abrigo de la Malia’. Del Neolítico uno, el del yacimiento de ‘Valdelasillas’, en el que se estudiarán los materiales depositados en el Museo de Santa Cruz de Toledo.
De la Edad de Bronce destacan cuatro proyectos, entre los que se encuentran las Motillas de Daimiel y del Retamar. Cuatro son los proyectos financiados de Arte Rupestre y dos los de la Edad del Hierro. Estos últimos son Alarcos y Sisapo, donde se plantean excavaciones para un mejor conocimiento de la época orientalizante, tanto en materiales como en estructuras.
De la época romana son ocho los proyectos subvencionados. Los hay consolidados, como los de la ‘Villa del Camino Viejo de Las Sepulturas’ de Balazote, la ‘Villa el Saucedo’, el yacimiento de ‘Libisosa’ o los parques arqueológicos de ‘Carranque’ y ‘Segóbriga’, y de reciente descubrimiento, como ‘La Villa de El Peral’ de Valdepeñas. Los proyectos de época medieval son los más numerosos. En total hay trece y cuentan con un arco cronológico que va desde la Antigüedad tardía hasta la Baja Edad Media.
Visibilidad
No sólo hay proyectos financiados por la Junta de Comunidades. Numerosos yacimientos de nuestra región están siendo objeto de estudio e investigación, ya sea motivado por la realización de excavaciones de gestión (en cumplimiento de la Ley de Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha de 2013, que obliga a realizar el seguimiento arqueológico en la construcción de obras de infraestructuras y en el entorno de yacimientos arqueológicos), o en proyectos financiados por otras instituciones, como ayuntamientos o diputaciones provinciales a través de sus planes de empleo.
La “II Semana de la Arqueología en Castilla-La Mancha” pretende dar visibilidad al trabajo realizado por arqueólogas y arqueólogos en la región, y dar a conocer algunos yacimientos singulares que están siendo en la actualidad objeto de estudio. En la selección realizada se incluyen yacimientos de época prehistórica, protohistórica o romana, pero también proyectos que se centran en el estudio de elementos patrimoniales de época contemporánea, donde los trabajos arqueológicos han sido fundamentales para la recuperación de este tipo de patrimonio cultural, a través de la “arqueología industrial y la arqueología de la producción”.
Para ello, se ha programado la publicación de una serie de artículos específicos y visitas guiadas (incluyendo jornadas de puertas abiertas) para, sobre todo, contribuir a que la ciudadanía valore, conozca, difunda y proteja este riquísimo y variado patrimonio arqueológico y paleontológico, que es de todos.