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Sobre este blog

Espacio del Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha para destacar el papel del arquitecto en la creación de espacios que trascienden lo funcional, invitando a la reflexión y el debate.

'ARQUITECTURA para respirar', alude a la inevitabilidad de la arquitectura, porque como el hecho de respirar es algo que está siempre presente, incluso cuando no somos conscientes. Y, a su vez, nos recuerda la definición de Lao-Tse, según la cual “cuatro paredes y un techo no son arquitectura, sino el aire que queda dentro”. Porque la arquitectura no es una disciplina meramente constructiva, sino que tiene mucho que ver con lo intangible del alma.

Arquitectura a través del espejo

David García-Manzanares Vázquez de Agredos

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Sobre este blog

Espacio del Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha para destacar el papel del arquitecto en la creación de espacios que trascienden lo funcional, invitando a la reflexión y el debate.

'ARQUITECTURA para respirar', alude a la inevitabilidad de la arquitectura, porque como el hecho de respirar es algo que está siempre presente, incluso cuando no somos conscientes. Y, a su vez, nos recuerda la definición de Lao-Tse, según la cual “cuatro paredes y un techo no son arquitectura, sino el aire que queda dentro”. Porque la arquitectura no es una disciplina meramente constructiva, sino que tiene mucho que ver con lo intangible del alma.

Fingimos creer en esa teoría estrambótica que enuncia que cada uno de nosotros tiene, al menos, un doble en alguna parte del mundo. Y no fingimos creer en ello por lo sugerente de la idea, o porque resulte exótico pensar en nuestra propia duplicidad, sino porque esa elucubración nos permite imaginar que hay en el mundo alguien muy próximo a nosotros, tanto que incluso nuestros familiares podrían confundirlo, pero que quizá, siendo tan parecido a nosotros, se diferencie únicamente en que ha conseguido todo cuanto nosotros anhelamos y en lo que la suerte nos fue esquiva.

Alguien con el mismo matiz cetrino en la piel, con el mismo rasgo morigerado en el mohín, con el mismo número de centímetros en altura, uno a uno; e incluso, sorprendentemente, con la misma equivalencia a pies y pulgadas. Y, sin embargo, alguien que nos supera en aquello que más deseábamos, viviendo nuestra vida al otro lado del espejo.

A veces, las cosas más reales son las que parecen más absurdas. Resulta reconfortante imaginar que, en algún lugar del mundo, hay alguien exactamente igual a nosotros, pero llevando la vida que realmente merecemos. Es un desagravio al destino. Cada elección que hacemos nos lleva por un camino diferente en la vida, y quizá, ese otro yo que vive en algún lugar del mundo, siempre encontró el modo de acertar con sus elecciones, y así, lentamente, con la morosidad cruel del azar, ha ido alejándose de nosotros, y aunque mantiene el rostro cetrino y morigerado, y sus centímetros son idénticos a nuestros centímetros, ha llegado a ser alguien distinto a nosotros. “No sé quién eres, pero no eres mi Alicia”, como reprocha el Sombrerero a Alicia.