La Asociación de Ciencias Ambientales (ACA) ha presentado los resultados principales del proyecto ‘Punto de Información al consumidor vulnerable (PICv). Una herramienta imprescindible para prevenir y erradicar la pobreza energética’, desarrollado con la colaboración de Obra Social “la Caixa” y con el apoyo del Ayuntamiento de Azuqueca de Henares (Guadalajara), Mirubee, HqH consultoría, Clientsol Energy, LEM System y PCE Instruments. El proyecto, que ha contemplado, entre otras acciones, la realización de encuestas a cerca de 100 hogares del municipio y la monitorización y seguimiento de los consumos energéticos en cinco viviendas, ha permitido conocer mejor la realidad de la pobreza energética en los propios hogares que se encuentran en esta situación de vulnerabilidad.
La encuesta fue diseñada específicamente para observar y cuantificar la pobreza y la vulnerabilidad energética de los hogares del ámbito de estudio. Este hecho novedoso permitió solucionar una de las limitaciones con las que ACA se había encontrado en sus tres informes sobre pobreza energética a nivel estatal publicados hasta la fecha (2012, 2014 y 2016) y es el hecho de que no existen fuentes de datos ni encuestas que estén diseñadas específicamente para observar el fenómeno de la pobreza energética.
Como resultado de este análisis se pudo conocer que el 32% de los hogares encuestados afirmó ser incapaz de mantener su vivienda a una temperatura adecuada, es decir, aproximadamente uno de cada tres hogares encuestados afirmó ser incapaz de calentar sus hogares en invierno. Otro dato es que el 12% de los hogares afirmó haber tenido dos o más retrasos en el pago de las facturas de agua, luz o gas en los últimos 12 meses debido a dificultades económicas.
El estudio desvela más cifras: que el 27% de los hogares declaró tener presencia de goteras, humedades o podredumbre en sus viviendas; que el 8% de los hogares declaró no tener ningún tipo de sistema de calefacción; y que el 23% de los mismos que respondieron respecto a sus ingresos y gastos en energía, destinaban más del 10% a pagar las facturas de la energía.
Por otro lado, se monitorizaron, se analizaron las facturas y se realizaron microauditorías energéticas con el fin de conocer el comportamiento de los hogares en cuanto al uso de la energía, y analizar el estado de su vivienda, tanto en términos de la envolvente térmica como en cuanto a sus equipos e instalaciones. Además, se realizaron termografías infrarrojas en el exterior e interior de las viviendas que permitieron mostrar a sus ocupantes las zonas con mayores pérdidas de energía y las deficiencias del edificio.
Del resultado de la monitorización y el seguimiento de los consumos energéticos de las viviendas, se detectaron algunas situaciones como que la potencia contratada por los hogares, por lo general, era superior a la necesaria, asumiendo costes fijos más elevados independientemente del consumo realizado; o que desconocían la existencia del bono social eléctrico y las condiciones para poder optar a él.
Otras conclusiones es que los hogares contaban con tipologías de contratos no adaptados a los usos de la energía que realizaban, por ejemplo, tarifas con discriminación horaria que no aprovechaban al no encender los acumuladores de tarifa nocturna, y no aplicaban hábitos de ahorro por desconocimiento o por barreras culturales o sociales
El debate posterior a la presentación del proyecto permitió que los vecinos de Azuqueca pudieran ahondar en el conocimiento de conceptos como el de vulnerabilidad energética o algunas de las estrategias y decisiones habituales que adoptan los hogares vulnerables respecto de uso de la energía doméstica, y se puso de manifiesto cómo el primer paso para emprender acciones y soluciones frente a la pobreza energética pasa por el conocimiento y localización del fenómeno a escala urbana.
La problemática de la pobreza energética
José Luis Blanco, alcalde de Azuqueca de Henares abrió la jornada agradeciendo a la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA) haber elegido Azuqueca de Henares para el desarrollo de esta experiencia y destacó que la mejora de la eficiencia energética en el municipio era una prioridad. Por otro lado, David Gimaré, coordinador del proyecto, presentó los principales resultados después de enmarcar la problemática de la pobreza energética en el contexto español, una circunstancia que en el año 2014 estaba provocando que más de 5 millones de personas se declarasen incapaces de mantener sus viviendas a una temperatura adecuada.
Además de las acciones realizadas en el municipio de Azuqueca de Henares, en el marco de este mismo proyecto, ACA ha llevado a cabo una serie de acciones y talleres formativos en materia de ahorro, eficiencia energética, optimización de las facturas y vulnerabilidad energética con trabajadores y agentes sociales, con un doble objetivo; conocer las particularidades de diferentes colectivos vulnerables y formar a las entidades que están en contacto con estos hogares. De este modo el proyecto ha permitido que los agentes sociales puedan trasladar un asesoramiento más profundo a los hogares en aspectos como hábitos de ahorro, optimización de la factura energética o medidas de mejora de la eficiencia energética de sus hogares.
Finalmente, el proyecto también ha puesto en marcha un Punto de Información al Consumidor Vulnerable (PICV) en materia energética con el fin de proporcionar una herramienta útil para los ciudadanos, pero también para las entidades sociales, organizaciones de consumidores, asociaciones vecinales u otros agentes que la requieran en su labor de prescriptores hacia los hogares.