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Los altos y bajos de la lucha por respetar la memoria histórica

Una treintena de pueblos de Castilla-La Mancha no cumplen con la Ley de Memoria Histórica, según la denuncia del abogado especialista Eduardo Ranz. Los incumplimientos en distintas localidades de la región han llamado también la atención de distintos grupos municipales, que han decidido llevar ante los distintos plenos la situación para acabar con las referencias franquistas en sus ciudades y pueblos.

Es el caso de Guadalajara. El grupo Ahora Guadalajara logró sacar adelante una moción en el Ayuntamiento gobernado por el Partido Popular gracias al apoyo del PSOE y la abstención de los ediles de Ciudadanos en septiembre de 2015. En ella, se decidió que se retirarían las calles con referencias franquistas. Sin embargo, la moción nunca se llevó a cabo, el alcalde de la ciudad, Antonio Román, llegó a pedir perdón por este inminente cambio y, finalmente, Ahora Guadalajara llevó a cabo una protesta para reclamar la democratización de su callejero.

En otros pueblos, las medidas municipales han tenido más éxito, como en Torrijos (Toledo). El PSOE y Ganar Torrijos aprobaron una moción para cambiar los nombres de varias calles y, además, se decidió que serían los vecinos los encargados de elegir las nuevas denominaciones de las calles y se ponían un plazo que finalmente se ha cumplido, ya que gracias a una subvención de la Diputación el cambio se hará efectivo a principios de 2017.

A finales de septiembre de este año, fue Ciudad Real el ayuntamiento que decidió también cambiar las numerosas referencias franquistas que se podían encontrar alrededor de la capital provincial. Fue una decisión de la Mesa Municipal de la Memoria Histórica, que tomó la decisión para cumplir con la Ley de Memoria. Al igual que ocurrió en Torrijos, el Consistorio pondrá en marcha también un proceso participativo abierto a los ciudadanos para renombrar las calles en cuestión. Además, se retirará también la estatua del Alférez Provisional.

La ley regional que no salió adelante

Distintas asociaciones 'memoristas', como La Gavilla Verde o Ciudadanos por la República anunciaron en marzo que preparaban el anteproyecto de una Ley por la memoria histórica regional. Esto se debía a los “flagrantes” incumplimientos de la legislación que han identificado a lo largo de la región, una reivindicación en la que contaron con el apoyo de Podemos Castilla-La Mancha. Fue esta formación la encargada de presentar ante las Cortes el anteproyecto de la Memoria Histórica propia de la región.

La legislación, sin embargo, fue rechazada por el Consejo de Gobierno aduciendo cuestiones presupuestarias. Tras conocerse la decisión, colectivos como la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica de Cuenca criticaron también a Podemos por haber “prescindido” de la sociedad civil y de las asociaciones memorialistas “que tanto menciona en su texto”. “Como otras asociaciones, hemos podido estudiar su texto al llegarnos el proyecto a través de terceros”, aseguraron.

Sin embargo, Podemos no ha perdido la esperanza de llevar a cabo una Ley regional, esta vez con presupuesto, y que pueda hacerse cargo de las necesidades más urgentes. Ana Navarrete, secretaria de movimientos sociales ha explicado que hay casos en la región que no pueden esperar, como el de Enriqueta Horcajuelo en Talavera de la Reina, que pide exhumar los restos de su madre para enterrarlo con su madre.

Además, Navarrete señala que la excusa de la situación financiera para rechazar la ley, podría haberse salvado a través de una enmienda a los presupuestos para permitir los casos de mayor urgencia. “Esto es patrimonio histórico, no se puede dejar de cuidar, porque sino, los restos no se podrán recuperar nunca jamás”, señala. La ley que impulsó la formación pretendía, precisamente, obligar a a “ciertos temas” a los que no llega la ley de Memoria Histórica, como disponer de recursos para llevar a cabo las exhumaciones. Además, instaba a recuperar lugares de la memoria, educar en derechos humanos y evitar la repetición de este tipo de “barbaries políticas”.

Navarrete afirma también que muchas de las iniciativas de la ley se podrían haber llevado a cabo “sin grandes inversiones”. “Faltó voluntad política del PSOE, sólo eso, ni más ni menos”, explica. Ante esto, el partido insistirá, para que la legislación esta vez sí llegue a las Cortes regionales gracias a un manifiesto en el que se recogió el testimonio de “numerosas” asociaciones de memoria histórica. El documento pide que no se olvide la memoria histórica, que se haga justicia y que se entienda que es “cultura de la democracia”. “Es una cuestión de derechos humanos”, concluye.