Balance de medioambiente: retroceso de 30 años en legislación y protección ecológica
El “balance del curso” de la co-responsable del área regional de ecología y Medio Ambiente de Izquierda Unida regional, Rosa Prieto, se ha resumido en alertar del peligro que supone para la región la falta de perspectiva sostenible y respetuosa en la gestión ambiental de la Comunidad Autónoma. Sobre todo se ha indicado debido a los valores patrimoniales, sociales y económicos que supone el medio ambiente en la región.La responsable ha señalado la preocupación de la iniciativa al ser testigos del desmantelamiento del trabajo de muchos profesionales a lo largo de estos años en materia ambiental, mientras desde el Gobierno regional se cede al lobby de la caza dentro de la región y a otros grupos, a nivel externo, como ocurre con la situación del trasvase del Tajo-Segura, donde se ha cedido a las presiones de los regantes de Levante.
Por su parte, Izquierda Unida asegura haber llevado acciones importantes en defensa del medio ambiente castellano-manchego, como las alegaciones presentadas a los Planes de Cuenca del Tajo y del Júcar, que se apoyan sobre todo a la normativa europea, o aquellas presentadas en contra del Cementerio Nuclear en Villar de Cañas, y las denuncias presentadas en la Fiscalía General de Medioambiente y al Consejo Europeo, en relación al proyecto de la nueva ley de Caza o al proyecto que se está llevando a cabo desde la Diputación de Toledo, Ciudad de Vascos.
Por otro lado, la defensa del empleo en la empresa pública GEACAM, ha sido considerado fundamental por el partido político, ya que la reducción de los puestos de empleo significaría la reducción de personal de extinción de incendio, con su consecuente peligro, o también despidos de personal técnico en los centros de recuperación de fauna silvestre, como está pasando en Albedea en Cuenca. Así, algunas provincias se quedarían sin Centros de este tipo y sin personal para apoyar la recuperación clínica de especies.
Además, Prieto ha señalado la falta de sensibilidad mostrada por la Diputación de Toledo al convertir un centro de educación ambiental en un “mini-zoo”, como en el caso de la parcela del Borril, o al “despilfarrar” dinero público en proyectos con “dudosa protección ambiental”, como ocurre en Ciudad de Vascos. Así mismo ocurre en la ciudad de Talavera de la Reina, donde se lamenta que el Ayuntamiento no haya sido capaz de tomar parte en la lucha por la gestión del agua, animando al consistorio a presentar alegaciones para por lo menos vigilar el Plan Gestor de la red Natura 2000, que afecta a las barracas de la ciudad.