La portada de mañana
Acceder
Feijóo pide que el Gobierno asuma la gestión de la DANA mientras Mazón se resiste
El esfuerzo colectivo para no dejar nada sin rastrear en el parking de Bonaire
Opinión - Feijóo entierra a Mazón. Por Esther Palomera

“Seremos bomberos forestales en cuanto cambie el Gobierno”

Termina la huelga indefinida pero no la lucha por sus derechos laborales. Los trabajadores de las Brigadas de Refuerzo contra Incendios Forestales (BRIF) tienen previsto finalizar en breve los paros tras más de cien días desde su convocatoria en el mes de julio. Sobre la mesa hay un preacuerdo entre la empresa Tragsa (la contrata del Ministerio de Medio Ambiente de la que dependen) y el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA), que recoge muy pocas de sus peticiones y que aún no está firmado. No obstante, las asambleas de estos trabajadores han decidido volver al trabajo mientras siguen presionando a todas las partes implicadas.

La huelga comenzó en verano en toda las bases BRIF de España con tres peticiones fundamentales: una segunda actividad para complementar sus bajas laborales, la profesionalización de su labor y su reconocimiento como bomberos forestales, y una subida salarial sobre los 850 euros mensuales de media que ahora cobran. En el caso de Castilla-La Mancha han mantenido los paros un total de 114 trabajadores, 57 en la base de La Iglesuela (Toledo) y otros tantos en Prado de los Esquiladores (Cuenca).

En el preacuerdo alcanzado con el SIMA se ha incluido una subida salarial de en torno al 11% y un apoyo logístico de cinco personas por base. Es este segundo punto el que algunos trabajadores no consideran suficiente. José Pedro Hernández, trabajador de La Iglesuela, afirma que esta medida no contempla la figura del capataz ni de sus responsabilidades en tareas de prevención e incendios, sino que se incluye a todos los trabajadores “en el mismo saco”.

En cuanto a otros puntos del borrador, hay una “intencionalidad” de dotar a las BRIF de un convenio propio (actualmente tienen el de Tragsa) pero no hay fechas ni garantías para el mismo ni se establece ningún tipo de duración. “Se nos va considerar vigilantes y especialistas en extinción, pero es que nuestro desarrollo pasa por ser considerados personal laboral como en Andalucía y Extremadura”, explica este trabajador.

Sin reconocimiento como bomberos forestales

Además, la petición de su reconocimiento como bomberos forestales brilla por su ausencia en el preacuerdo. Tragsa y el Ministerio siguen negándose a esta demanda cuando procede de un gremio que lleva décadas luchando contra los incendios y realizando tareas en primera línea de fuego. Para Hernández, esto solo refleja la “falta de responsabilidad con el medio ambiente” por parte del PP y del Gobierno central. “Solo miran a cuatro años y no invierten más allá; no se dan cuenta de que las tareas de prevención son a veces a 40 años”, denuncia, convencido de que “en el momento que cambie el Gobierno seremos bomberos forestales”.

El 17 de noviembre vuelve a reunirse el SIMA para cerrar el acuerdo. Allí los trabajadores decidirán si respaldan o no el texto. Pero de cualquier forma, este colectivo ha decidido continuar con su “presión” a Tragsa y al Ministerio mediante mesas informativas, protestas y huelgas parciales si así lo requiriera la situación. También se realizará una campaña publicitaria a nivel nacional para defender su labor, en la misma estela del documental ‘La vida llamas’, que resume su duro trabajo.